Ecuador: “Todo lo que podemos esperar es que el diálogo prospere”

Mariano Beldyk, periodista, politólogo y analista internacional, dialogó con Sudamericana respecto de la situación social y política de Ecuador, que se vio convulsionada por la muerte de cinco personas en manifestaciones. Destacó el acercamiento entre el gobierno de Lenin Moreno y los sectores que protestaban por el decreto que anulaba los subsidios al combustible y la posterior derogación del mismo.

Los últimos grupos de indígenas nucleados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) festejaron como un triunfo la derogación del decreto 883, que desató las protestas. Se retiraron este lunes la ciudad de Quito. Antes colaboraron, junto a miles de vecinos, en el multitudinario operativo de limpieza que durante las primeras horas de este lunes se trazó con el objetivo de poner de pie a la ciudad, luego de doce días de un conflicto que dejó un escenario de devastación.

En un esfuerzo conmovedor, los quiteños se unieron para realizar una “permanente minga”, como le dicen a la realización de una tarea desinteresada por parte de los vecinos con un fin solidario. El Casco Histórico y los alrededores de la Asamblea Nacional y de la Casa de la Cultura fueron algunos de los puntos más afectados por los incidentes. La Avenida 12 de octubre requirió los trabajos más intensos ya que, al conectar el campamento indígena con el Parlamento, fue el sendero de mayor conflictividad.

Después de la derogación del decreto que quitaba subsidios a combustibles e iba a impactar directamente en el bolsillo de los sectores más vulnerables del país, el analista adelantó que “ahora, lo que se va a definir es como aplicar los recortes y compensar con algún tipo de crédito o política, que permitan bajar el impacto en la vida cotidiana”.

Recordó que además del pueblo que se mostraba preocupado por el aumento de los precios, “había sectores abiertamente opositores a Lenin Moreno y lo que dificultaba la situación era la ruptura del diálogo, ya que era imposible sentarlos en una misma mesa”, aunque “por suerte se empezó a canalizar, después de que lamentablemente hubo cinco muertos y hechos que recordaron los peores momentos de la democracia”.

Recordó que después del traslado del Gobierno a Guayaquil, el pasado lunes el Presidente volvió a Quito, mientras que la Iglesia Católica y la ONU están mediando en los acercamientos entre los sectores más vulnerables. “Todo hace esperar que el diálogo prospere y se alcance una solución duradera para los recortes”, auguró.