El Presidente confirmó la tercera cuota del IFE

Finalmente se le pagará de nuevo a los 9 millones de beneficiarios, tal como pedían los gobernadores. El paquete incluye más fondos para ATN y ayuda para las deudas.

En un encuentro virtual desde Olivos, el presidente Alberto Fernández les anunció a los gobernadores un importante paquete de ayuda para paliar los efectos de la pandemia en la economía. El IFE finalmente tendrá una tercera cuota para todo el país y no sólo para las zonas en cuarentena estricta, como se había adelantado. Además, se distribuirán otros 10 mil millones de pesos en ATN y se les brindará colaboración a todas las provincias para que puedan renegociar sus deudas. “Vamos a organizar el horizonte del país y ahí los necesito a ustedes para potenciar las economías regionales, tenemos que trabajar rápidamente para poner en marcha la economía argentina”, les pidió el Presidente a los gobernadores. Los jefes provinciales le agradecieron la ayuda, prometieron acompañamiento en el Congreso y expresaron su respaldo a la oferta argentina de reestructuración de la deuda.

Días atrás, en el anuncio del endurecimiento de la cuarentena, Fernández había explicado que la tercera cuota del IFE se otorgaría para las personas que vivieran “en el AMBA, Chaco y alguna otra zona que entendamos que necesita”. Los gobernadores se habían alarmado ante esta posibilidad porque decían que si bien la actividad en sus provincias iba camino a normalizarse todavía faltaba mucho para eso y que buena parte de la población necesitaba los 10 mil pesos del IFE para subsistir. Ante la insistencia de los reclamos, el Gobierno resolvió finalmente extender el beneficio y volver a pagar una cuota completa a los 9 millones de beneficiarios, dato que quedó oficializado en el encuentro de ayer.

En un encuentro virtual desde Olivos, el presidente Alberto Fernández les anunció a los gobernadores un importante paquete de ayuda para paliar los efectos de la pandemia en la economía. El IFE finalmente tendrá una tercera cuota para todo el país y no sólo para las zonas en cuarentena estricta, como se había adelantado. Además, se distribuirán otros 10 mil millones de pesos en ATN y se les brindará colaboración a todas las provincias para que puedan renegociar sus deudas. “Vamos a organizar el horizonte del país y ahí los necesito a ustedes para potenciar las economías regionales, tenemos que trabajar rápidamente para poner en marcha la economía argentina”, les pidió el Presidente a los gobernadores. Los jefes provinciales le agradecieron la ayuda, prometieron acompañamiento en el Congreso y expresaron su respaldo a la oferta argentina de reestructuración de la deuda.

Días atrás, en el anuncio del endurecimiento de la cuarentena, Fernández había explicado que la tercera cuota del IFE se otorgaría para las personas que vivieran “en el AMBA, Chaco y alguna otra zona que entendamos que necesita”. Los gobernadores se habían alarmado ante esta posibilidad porque decían que si bien la actividad en sus provincias iba camino a normalizarse todavía faltaba mucho para eso y que buena parte de la población necesitaba los 10 mil pesos del IFE para subsistir. Ante la insistencia de los reclamos, el Gobierno resolvió finalmente extender el beneficio y volver a pagar una cuota completa a los 9 millones de beneficiarios, dato que quedó oficializado en el encuentro de ayer.

“El IFE significa que millones de argentinos no caigan en la pobreza, es una herramienta de emergencia que no vamos a poder darlo siempre”, les aclaró el Presidente a los gobernadores. No es para menos, cada pago representa unos 90 mil millones de pesos. “El IFE tuvo un impacto muy positivo en las provincias para reactivar el consumo, es un impacto directo que alivia los ingresos familiares”, añadió a su lado el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, quien aclaró no obstante que esta ayuda no suplantaba a la creación de trabajo, que debía ser la prioridad. “Hay que aprovechar este tiempo para reactivar todas las actividades que empiezan a generar empleo”, insistió.

Al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, le tocó el anuncio del refuerzo de 10 mil millones de pesos a las partidas de ATN que se reparten entre las provincias con dificultades. “Ya llevamos 45 mil millones de pesos en ATN. Y esto se complementa con el fondo fiduciario de desarrollo que firmamos en los últimos días con 15 provincias”, comentó. Este fondo distribuye otros 60 mil millones de pesos.

En la introducción, el Presidente adelantó su intención de que “todos los que gobiernan se enteren de lo que estamos haciendo con la deuda que heredamos”. Por eso, luego el ministro de Economía, Martín Guzmán, se encargó de trazar un panorama. Consideró que la oferta presentada es una clara muestra de la intención del Gobierno de llegar a un acuerdo con los acreedores. “Es el máximo esfuerzo que puede hacer Argentina y cumplirlo, hemos ido hasta el límite”, aseguró Guzmán. Dijo que la recepción había sido positiva de parte de jugadores clave del mercado financiero, lo mismo que desde el G-20, el Club de París y de la titular del FMI, Kristalina Georgieva. En tanto, evaluó que el comunicado de rechazo del fondo Blackrock estaba dentro de lo previsto de acuerdo a la postura que había mostrado durante las negociaciones. “No vamos a poner a Argentina de rodillas, es clave entender que ir mas allá nos dificultaría enormemente salir de la pandemia”, afirmó el ministro. La idea es que las provincias endeudadas en dólares sigan una estrategia similar a la nacional.

También participó del encuentro el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, quien le pidió apoyo a los gobernadores para aprobar en el Congreso tres temas: la ampliación del Presupuesto en 400 mil millones de pesos (entre otras cosas, para la tercera cuota del IFE y la ampliación de ATN), la renegociación de la deuda bajo legislación local y la amplia moratoria impositiva que abarca desde monotributistas hasta industrias. Cuando les tocó hablar, los gobernadores de la oposición rápidamente dieron su consentimiento para los tres proyectos. El de los oficialistas -y no tanto- se podía descontar.