En este contexto, el FMI pronosticó un crecimiento global de 3,2% para 2019, con un repunte a 3,5% en 2020. “Los datos sobre el PBI en lo que va del año, sumados a una moderación general de la inflación, apuntan a una actividad mundial más débil de lo previsto. La inversión y la demanda de bienes de consumo duraderos han sido moderadas en las economías avanzadas y de mercados emergentes, dado que las empresas y los hogares continúan postergando el gasto a largo plazo”.

Para la Argentina todos los indicadores fueron más negativos que los del resto. El organismo prevé que el Producto Bruto Interno va a ceder un 1,3% en 2019, con un desplome en el consumo interno y la inversión privada, con caídas del 4,8 y el 17,5 por ciento, respectivamente, en relación a 2018. La inflación anual llegará según este pronóstico un 40% en diciembre.

Medido en dólares, el PBI alcanzará los USD 477.743 millones este año, según la proyección del organismo. Argentina será así la 27° economía mundial, un puesto menos que en 2018 y seis lugares más atrás que en 2017.