Más de 100 personas durmieron debajo de las tribunas de River

La acción comenzó a difundirse apenas 24 horas antes, pero la temperatura y el evidente crecimiento de personas en situación de calle, más lo fuerte desde lo simbólico que resulta que se abra el estadio más grande del país para recibir personas que no tienen dónde dormir, hizo que la convocatoria impactara rápidamente. Desde las 18 del miércoles -y hasta las 8 de este jueves– el desfile de personas que se acercaron a dejar bolsas impresionó.

El dato también corrió entre las personas en situación de calle. Fueron más de 100 adultos y chicos que durmieron debajo de las tribunas del estadio, en el salón donde habitualmente se practica karate en el Monumental.

La cantidad de personas en situación de calle creció en los últimos años. El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, adelantó el miércoles cifras del censo oficial de “sin techo” que hace cada año. Anunció que hay 1.146 personas con esas complicaciones en Capital, representa un 5% más que en 2018.

Para las organizaciones sociales porteñas, el número no representa la realidad. A fin de mes se conocerán los datos del segundo censo popular de personas en situación de calle, que en 2017 detectó más de 4.000 personas. Algunas estimaciones previas apuntaban a que el número podría duplicarse. Los voluntarios que caminan cada noche las calles porteñas observan un crecimiento, especialmente de familias enteras.

“Son historias muy duras”, reflexiona conmovido Juan Carr, titular de Red Solidaria.

En el “salón dormitorio” desplegaron colchonetas y dividieron el salón en tres partes: para los hombres, para las parejas y para las mujeres y las mamás con sus hijos. Si bien la mayoría de las personas que durmieron bajo techo en River eran hombres, hubo una decena de niños con sus madres.

Voluntarios de Red Solidaria explican que River dispuso que se abrieran todos los salones que fueran necesarios. Un rato antes a un pequeño grupo, especialmente de nenes, los llevaron a una visita al Museo River. Finalmente, algunos se quedaron durmiendo en el garage, acurrucados en rincones, y otros descansaron sobre el tatami.

“Es un encuentro de gente que no se conoce. Con historias duras y complejas. No esperábamos esta cantidad de personas. Hay mucha necesidad, se difundió rápido y también le creen a River”, agregó Carr.