Peligran el ecosistema por los hipopótamos que dejó Escobar

El capo narco tenía un zoológico privado en su finca de Medellín pero tras su muerte los animales se reacomodaron en la naturaleza casi sin intervención del hombre, con resultados desastrosos.

Ya hay 80 hipopótamos en la Hacienda Nápoles en Medellín, Colombia, que fue propiedad del capo narco Pablo Escobar. La noticia sería pintoresca si no fuera porque los especialistas afirman que están contaminando el agua de la zona.

Pasaron 25 años desde que los cuatro hipopótamos del zoológico privado de Escobar (tres hembras y un macho) se asentaran en un predio de 2.000km2 junto al río Magdalena, la principal vía fluvial de Colombia.

En ese cuarto de siglo los animales prosperaron hasta el punto de formar una colonia de 80 ejemplares que generan “consecuencias negativas para la calidad del agua y los recursos hídricos al alimentar algas y bacterias dañinas”, según un informe de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos.

El equipo de San Diego analizó durante dos años el impacto de los hipopótamos de Escobar junto a científicos de Colombia mediante comparaciones de la calidad del agua, los niveles de oxígeno y la presencia de isótopos estables en lagos con y sin estos animales.

Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Ecology con el título “Efectos del animal invasivo más grande del mundo en el ecosistema” en referencia a los enormes hipopótamos.

“Nuestros resultados sugieren que los hipopótamos repiten en Colombia su rol de ingenieros del ecosistema al importar materia orgánica terrestre y nutrientes (al agua) con impactos detectables en el metabolismo del ecosistema y en la estructura de la comunidad en los primeros estadíos de la invasión”, explicaron los científicos.

Pero “una continua expansión puede suponer una amenaza para los recursos hídricos”, advirtieron.