Pequeños productores se aventuran con entregas a domicilio

Dos sectores impulsaron esta semana un sistema de comercialización de hortalizas de estación libres de agroquímicos en el Gran Resistencia.

a Dignidad es una organización que a través de una liga de pequeños productores de Ciervo Petiso, San Martín y Puerto Tirol logró distribuir unos 200 pedidos el miércoles y jueves de esta semana. “Es nuestra primera experiencia y la empezamos a partir de la demanda por productos frescos y agroecológicos que se generó con el aislamiento social”, explican desde el movimiento. La misma respuesta dan integrantes de la red Canpo, que ayer distribuyó 64 bolsones y 48 docenas de huevos caseros, que es la producción de cuatro familias de la zona de Makallé. En el segundo caso los envíos solamente abarcaron a un puñado de barrios del oeste de Resistencia y se usó un formulario web para que la toma de pedidos ‘se cierre’ una vez alcanzado el stock.

Los dos sistemas solidarios demandaron un gran esfuerzo colectivo para cubrir una exigente logística, revisar costos y sobrellevar más de un obstáculo en recorridos y tiempos de entrega. Sin embargo ambos demostraron que en el área metropolitana -como en las grandes ciudades en general- existe una creciente necesidad de acceder a verduras y frutas de estación con precios razonables, y hasta hay quienes pagarían un poco más si se les garantizan alimentos orgánicos.

Aunque el contexto por el coronavirus no modificó el trabajo rural de origen (siembra, mantenimiento y cosecha) sí obligó a repensar los sistemas de comercialización. “Durante el aislamiento mucha gente se plantea cómo mejorar la alimentación; vemos que hoy se está revalorizando el rol de la agricultura familiar”, plantea Darío Chano Acosta, de La Dignidad, un movimiento nacional con tres años en la provincia.  Él integra una liga que involucra a unas 60 familias de la ruralidad. Las hortalizas que entregaron esta semana provinieron mayoritariamente de Ciervo Petiso; mientras que las chacras de San Martín aportan maíz, y zapallos, y un tercer grupo de Tirol complementa el valor agregado de quesos, mermeladas y conservas. Y además otras dos pequeñas granjas producen huevos de campo.

 

Soberanía alimentaria,  concepto clave para el futuro   

La Liga de Trabajadoras y Trabajadores Rurales es un espacio que espera articular pasos con otras organizaciones:“Creemos que la producción de alimentos va a ocupar un lugar clave en el futuro”, sostienen.

El proyecto forma parte de un concepto más amplio, que es el de la soberanía alimentaria e implica garantizar tierras cultivables para quienes las habitan y trabajan; y prácticas sin agroquímicos ni venenos, entre otros aspectos.

En los tres años que La Dignidad acumula en la provincia se organizaron ferias de productos y se acompañaron proyectos comunitarios en Ciervo Petiso, entre otras poblaciones.

“Además se avanza en una red de promotoras y promotores en salud comunitaria y red de contención sociocomunitaria con comedores y merenderos, escuelas de fútbol, proyectos productivos en oficios y de la agricultura familiar”, explican desde la sede en 25 de Mayo 410, de Resistencia.

 

Verduras recién cosechadas con  manos solidarias de la red Canpo  

Mientras el combo agroecológico del miércoles contenía acelga, cebollita de verdeo, perejil y lechuga, más zapallitos troncos y mandiocas (a $200); el de ayer además de acelga, perejil y cebollita de verdeo y zapallito tronco, se diferenciaba por tener rúcula, remolacha y limones (a $350) con compra opcional de huevos caseros (a $100 la docena).

“Nos pusimos de acuerdo para cosechar y embolsar todo horas antes de la entrega en Resistencia”, explica Angélica Kees, mientras seguía los pasos de las entregas vía telefónica.

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