Al menos 11 personas han sido asesinadas en Nueva Delhi en medio de enfrentamientos por una controvertida ley de ciudadanía india durante la primera visita oficial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al país.

Este es el brote de violencia más mortal que la capital india ha visto en décadas.

Los enfrentamientos estallaron anteayer, aparentemente entre manifestantes a favor de la ley y aquellos en contra. Pero desde entonces han asumido connotaciones religiosas, con turbas hindúes y musulmanas chocando violentamente.

Los choques están ocurriendo en vecindarios de mayoría musulmana en el noreste de Delhi, a unos 18 km del corazón de la capital, donde Trump ha estado reuniéndose con líderes, diplomáticos y empresarios indios.

La Ley de Enmienda de Ciudadanía (CAA), que según los críticos es antimusulmana, ha provocado protestas masivas desde su aprobación el año pasado, y algunas de ellas se han vuelto violentas. Pero las manifestaciones en Nueva Delhi habían sido pacíficas hasta ahora.

La nueva norma permite concederle la nacionalidad india a los migrantes indocumentados provenientes Paquistán, Bangladesh y Afganistán, países vecinos de la India. La medida cobija los miembros las minorías religiosas hindú, sij, budista, jain, parsi y cristiana que logren demostrar que son originarios de esos tres países. Sin embargo, excluye a los musulmanes.

Cuando se le preguntó acerca de la violencia durante una conferencia de prensa, Trump evadió el tema y dijo que aunque había escuchado sobre el asunto, el incidente estaba “a cargo de la India”.

Sin embargo, dijo que había mencionado el tema de la libertad religiosa en el país y que estaba impresionado por la respuesta del gobierno.

Los medios dicen que los disturbios actuales “son una vergüenza” para el primer ministro Narendra Modi, ya que han desviado la atención de la visita de Trump.

Se temen nuevos enfrentamientos, dicen reporteros en el área, quienes vieron multitudes arrojando piedras y gritando: “Disparen a los traidores”.