Retenía tarjetas de débito para cobrar los fiados

Un comerciante que días atrás había sido descubierto con varias tarjetas de débito que retenía para cobrar los fiados, fue literalmente expulsado de Colonia Aborigen por un grupo de vecinos, quienes lo obligaron a cerrar el local y entregar parte de la mercadería a las personas estafadas.

El caso salió a la luz hace pocos días, indicándose que W. D. V. (44), domiciliado en Quitilipi, tenía una despensa en la planta urbana de Lote 38 y retenía las tarjetas de débito de sus clientes para cobrar los productos que les vendía, pero además realizaba operaciones por cajero automático para acceder a préstamos de grandes sumas de dinero. En aquella oportunidad se le secuestraron 13 tarjetas dentro de sobres con nombres y claves, siendo el comerciante imputado por “supuesta estafa”.

En la tarde del lunes, unas 200 personas se congregaron frente al comercio denominado “Mercadito Kari”, solicitando al dueño que desaloje el local y abandone la comunidad por haberlos estafado. Pero además, cuando el acusado se disponía a retirar sus pertenencias, los vecinos exigieron que toda la mercadería quede en el lugar “para que los damnificados puedan disponer de la misma como parte de pago por el dinero estafado”, según detalla el informe. El tenso momento mereció la intervención policial a cargo del comisario Pedro Címbaro y móviles de apoyo de la unidad quitilipense. Bajó más tarde el supervisor Zona VIII Interior, Mayor Atilio Ledesma, con más efectivos del Departamento de Seguridad Rural y la División de Infantería.

ENTREGÓ LA MERCADERÍA

Entre episodios de exaltación y amenazas finalmente se estableció diálogo con los vecinos y volvió la calma. Posteriormente con la colaboración del abogado Claudio Fernández se logró mediar con los manifestantes y el comerciante accedió a entregar mercadería en forma voluntaria, reparto que dio por concluida la cuestión alrededor de las 3.30 de la madrugada.