Un agente del Comando de Patrullas de Almirante Brown salió de un curso de reentrenamiento en el Tiro Federal de Lomas de Zamora, se subió a su moto junto a otro oficial. Y colocó su arma reglamentaria Bersa modelo Thunder9pro y su chaleco antibalas en un bolso que colgó de la parte derecha del vehículo.

En el desplazamiento hacia su domicilio escuchó una detonación y detuvo la marcha. Al bajarse de la moto, observó que su bolso se había quemado. Adentro, encontró que su arma reglamentaria tenía la empuñadura derretida en su totalidad como así también una parte del chaleco antibalas.

A sus jefes debió explicarles que no se percató que había colocado el bolso del lado del caño de escape de su moto.

Ya en la comisaría, las autoridades constataron que el arma poseía munición en la recámara y un casquillo adentro del tubo cañón.