1 de cada 10 argentinos tiene Diabetes y no lo sabe

Uno de cada diez argentinos tiene diabetes, y la mitad no es consciente de ello. Además, las últimas encuestas a nivel nacional apuntan a que ese número va en ascenso. El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes con el objetivo de concientizar sobre la importancia de detectar esta afección en estadios tempranos y que la salud se vea menos perjudicada, como un mayor riesgo cardiovascular, con el consecuente desarrollo de complicaciones micro y macrovasculares, deterioro de la calidad de vida y muerte prematura.

La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por la falta o insuficiente producción de insulina pancreática, lo que genera hiperglucemia (nivel de azúcar en la sangre elevado).

Hay dos tipos de diabetes: DM1 (reacción autoinmune en la que el sistema de defensa del cuerpo daña las células que producen la insulina) y DM2 (causada por un defecto en la acción de la insulina y un descenso de su producción). Esta última es la forma más frecuente y se puede prevenir mediante ejercicio, dieta y hábitos saludables.  “La mitad de gente no sabe que la padece porque la población es muy heterogénea, no todos tienen acceso a atención primaria de salud. Por otro lado, hay muchas personas que no hacen controles médicos periódicos. En realidad, la carencia de detección es por la falta de consulta”, explicó a PERFIL Marina Curria, jefa del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Británico (MN: 69220).

“Lo más frecuente es que la diabetes se presente de forma asintomática, es una enfermedad insidiosa. Todo comienza por un estado de hiperglucemia moderada. El diagnóstico se da cuando los niveles de azúcar en sangre en ayunas alcanzan los 126 mg/dl, pero en esos valores no hay síntomas. Los mismos aparecen al haber descompensación, es decir, cuando la glucemia es muy alta por encima de 180, pero pueden pasar muchos años antes de alcanzar estos registros”, advirtió Curria. “En general los síntomas aparecen con valores de glucemias más elevados. Uno de los motivos es que el riñón, en condiciones normales, tiene la capacidad de reabsorber glucosa. Cuando las glucemias se elevan en forma persistente, por encima de 180 mg/dl, se pierde esta capacidad  de reabsorción. Como la glucosa se elimina por orina esto lleva a que orines más, tomes más agua, a que comas más y a pesar de eso bajás de peso de forma inexplicada. Pero estas manifestaciones son tardías”, alertó a este medio Roxana E. Pilotti, especializada en Diabetes del Instituto de Trasplantes y Alta Complejidad (MN: 94.509).