Advierten que puede extenderse el faltante de combustibles

El precio en el segmento mayorista es más alto que en el minorista, congelado desde abril; la demanda de nafta y gasoil creció en el último año por encima de la producción de crudo.

Pocos días antes de las fiestas de fin de año y del inicio de la temporada de vacaciones, los dueños de estaciones de servicio reunidos en cuatro cámaras advirtieron que el abastecimiento de combustibles está “en riesgo” por un combo de factores, entre los que destacan el congelamiento de precios (desde abril no hay aumentos) y la menor producción de crudo que no llega a cubrir toda la demanda. La escasez de combustibles ya se nota en el interior del país y, según los estacioneros, como viene profundizándose, “amenaza con golpear a Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y los principales centros turísticos de la Argentina”.

El alerta lo plantearon, a través de un comunicado, la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), la Federación de Empresarios de Combustibles de la Argentina (Fecra), la Cámara de Expendedores de GNC (CEGNC) y la Asociación de Estaciones de Servicio (AES). Las entidades vienen pidiendo reuniones, sin éxito hasta el momento, con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y con el secretario de Energía, Darío Martínez

Aunque el mercado de los combustibles no está regulado por el Estado -como sí pasa con el de la electricidad y el del gas-, la decisión de la petrolera estatal YPF de no tocar sus precios en surtidor pese a la suba del crudo Brent y a la inflación, las otras compañías siguen ese mismo ritmo (la estatal en general, tiene valores más bajos) porque no tienen margen, según reconocen, para vender más caro por la alta participación de mercado de YPF.

En este contexto, se da una situación que no es inédita, pero sí es extraordinaria: los precios mayoristas (a los que compran el agro, las grandes industrias y las estaciones de servicio blancas) aumentan y son más altos que los minoristas. Por eso, hay clientes de ese segmento que se vuelcan al minorista. Para esa mayor demanda, no hay combustible disponible.

“Hoy escasea el combustible. Comenzó en pequeñas regiones del país, en estaciones de bandera blanca, pero ahora ya se ve en ciudades y en algunos puntos del conurbano. Es por eso que estamos en alerta y buscando vías de solución para que no siga empeorando la situación”, sostiene Gabriel Bornoroni, presidente de Cecha. Insiste en que tanto los funcionarios como los proveedores tienen pleno conocimiento de lo que sucede. “Queda ahora entre todos lograr cambios que permitan el normal abastecimiento, para beneficio del público y subsistencia de nuestra actividad”, argumenta.

LA NACION consultó a YPF, Axion y Raízen (la empresa que produce la marca Shell). Voceros de las tres petroleras coincidieron en que están trabajando con total “normalidad”, en que no hay problemas de abastecimiento y descartaron la existencia de “cupos” para entregar combustible. Los estacioneros enfatizan que no les están vendiendo los volúmenes que requieren, sino que solo les despachan un promedio de sus ventas de 2019, año previo a la pandemia.

“Tanto el congelamiento de precios como el incremento de los costos ha motivado que algunos proveedores mayoristas están regulando las entregas por medio de cupos o precios diferenciales que son imposibles de asumir”, enumera el comunicado de las cuatro cámaras.

El litro de combustibles en el mercado mayorista cuesta, en promedio, unos $15 más que en el surtidor. Las estaciones blancas rechazan pagarlo a ese precio y por eso restringen la oferta. En el país hay 1200 de estas estaciones y comercializan el 7% del volumen total del mercado.

Limitaciones

El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste Argentino (Cesane), Faruk Jalaf, cuenta a este medio que Misiones fue la primera provincia del país en registrar problemas con los combustibles: “Hace tres meses que estamos con cupos, lo que se vende varía de acuerdo a la estación y a la petrolera. Y no es por la apertura de la frontera, porque recién se instrumentó hace un mes y el paso es total desde ayer. Hay falta de nafta y de gasoil por la fuerte recuperación de la economía en la provincia y ya preocupa a los turistas que hacen hasta 100 kilómetros para conseguir”.

En Puerto Iguazú -ciudad fronteriza con Brasil- el Concejo Deliberante sancionó una ordenanza que limita a 15 litros la venta de combustibles para extranjeros (en la Argentina cuesta $100 menos) e impide vender en bidones. “Esto no soluciona nada; en esta zona no hay gas y la electricidad se usa para todas las actividades productivas, hay cortes frecuentes y el gasoil es crucial para los generadores”, sintetiza Jalaf.

Este año se produjo un fenómeno “muy interesante en la producción y demanda energética”, dice el exsecretario de Energía Jorge Lapeña, presidente del Instituto General Mosconi, quien cree que no fue “debidamente evaluado ni por las empresas; ni por el propio Gobierno”. Según el último informe del instituto de noviembre, la producción de crudo aumentó 2,7% interanual y en el mismo período la demanda de combustibles (gasoil y naftas) aumentó el 14,1%.

“Se han quedado cortos, porque deberían haber importado más petróleo para poder producir gasoil y naftas -añade Lapeña-. Hay un descalce entre producción petrolera y demanda, evidentemente hay un faltante que es el que se está viendo”. En los últimos 12 meses las importaciones de naftas y gasoil aumentaron, pero el exfuncionario insiste en que no alcanzan para abastecer la demanda por el “estancamiento” de la producción petrolera.

Bornoroni repasa que las fiestas de Fin de año y el verano “agravarán el cuadro de escasez; realmente no podemos garantizar que haya producto para las fiestas y para el comienzo de la temporada”. El otro aspecto al que apunta es a la demanda del campo, que se encuentra en vísperas de iniciar la cosecha gruesa.

LA NACION