En lo que va del 2019, según la Organización Panamericana de la Salud, ocurrieron 723 muertes por causa del dengue en el continente.

No es novedad que al aparecer el calor, los mosquitos regresan y se instalan, pero en lo que va de 2019 ya ocurrieron en América más casos de dengue que si se sumaran los de 2017 y 2018. En total, según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), hasta el 9 de agosto se contabilizaron más de dos millones de casos en el continente y se estima que para fin de año, la cifra ascenderá hasta 2,5 millones. Los diez países con mayor cantidad de nuevos casos por cada 100 mil habitantes son Nicaragua, Brasil, Honduras, Belice, Colombia, El Salvador, Paraguay, Guatemala, México y Venezuela. Además, Guatemala, Honduras y Nicaragua han declarado alertas a nivel nacional con el fin de prevenir los contagios, ocasionados por la picadura del mosquito “Aedes Aegypti”.

No obstante, el brote no solo se debe a falta de medidas para evitar acumulaciones de agua que atraen al mosquito. Según explica la ONG World Mosquito Program que ha estudiado las formas de prevención de esta enfermedad: “El dengue tiene picos cada 3 o 4 años que tienen que ver con variaciones en el número de mosquitos, ciclos climáticos, entre otros factores.”  Lo preocupante es la capacidad de adaptación de los mosquitos cada vez a mayor escala, llegando a los 2300 metros de altura, lo que aumenta el número de contagios debido a que las personas en estos contextos no están adaptadas y son susceptibles a contraer el virus. Sin embargo, más casos de dengue no significan necesariamente un mayor número de muertes. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, se disminuyó la tasa de letalidad de esta enfermedad en un 30% entre 2010 y 2016. La muerte de un paciente con dengue, según World Mosquito Program,  por lo general está relacionada con la capacidad del sistema de salud para atender a tiempo el contagio. La Secretaria de Salud de la Nación sugiere tener sumo cuidado con los recipientes que puedan acumular agua. Según el organismo, “una tapita de gaseosa con agua es suficiente para que el mosquito se reproduzca”. Recomiendan realizar limpiezas sobre todo en los ambientes externos descartar todos los elementos posibles que puedan acumular agua como recipientes, baldes, floreros, cambiar el agua de los bebederos de mascotas todos los días. También aconsejan utilizar pastillas para los mosquitos en ambientes cerrados, y el uso de repelentes aunque advierten de la utilización de estos ya que el exceso puede ser tòxico para la salud.