Alerta para el campo por una tercera “Niña”

Este fenómeno climático, que provoca sequía, podría extenderse durante la próxima campaña agrícola, según advirtió la Bolsa de Comercio de Rosario. “Hace 20 años que no ocurre algo así”, resaltaron.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertó que la Argentina está “ante las puertas de una tercera ‘Niña’ consecutiva”, en referencia al fenómeno meteorológico que provoca escasez de lluvias.

“Lo que muestra la última publicación de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos) es una muy mala noticia para Argentina: el peor escenario climático empieza a mostrar señales ciertas de que puede volverse realidad”, puntualizó el panorama semanal de la entidad.

Las publicaciones del organismo internacional que sigue el fenómeno del ENSO muestra que hay “un decidido cambio de tendencia” en los últimos dos meses respecto de fines del 2021: las barras azules que muestran la probabilidad de valores “Niña” para junio-agosto pasaron de un 22%, en diciembre pasado, al 53% en la reciente actualización de marzo.

Este escenario se daría luego de 20 años. “Según el último informe de la NOAA, ‘La Niña’ continuaría en el invierno del hemisferio sur con un 53% de probabilidades (junio/agosto de 2022). También subió la probabilidad de que luego la transición sea hacia una ‘Niña’, que sería la tercera consecutiva”.

“De acuerdo a estos datos, las condiciones actuales hacen muy probable que ‘La Niña’ continúe en el invierno del hemisferio sur. Las temperaturas superficiales del Pacífico por debajo del promedio se fortalecieron durante febrero de 2022 y las anomalías negativas se extendieron desde el Océano Pacífico ecuatorial central hacia el este. El valor de anomalía disminuyó de -0,6ºC a principios de febrero a -1,1ºC en la primera semana de marzo. El sistema acoplado océano-atmósfera está reflejando la continuidad de las condiciones ‘Niña’”, explicó el consultor de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, Alfredo Elorriaga.

  Así, proyectando la información actualizada al final de la primera quincena de marzo, hay una “razonable posibilidad de que el forzante ‘La Niña’ continúe en el invierno del hemisferio sur (53 % durante junio/agosto de 2022). A partir de ese momento existe una probabilidad muy pareja (40-50%) de una transición a ‘Niña’, que sería la tercera consecutiva”, indicó el informe. En lo que respecta al corto plazo, el avance de dos sistemas frontales en la próxima semana provocará “condiciones de inestabilidad, y estos desarrollos de lluvias y tormentas de variada intensidad”, indicó la BCR.

“Hace 20 años que no ocurre algo así”
En agosto del 2021, la BCR alertaba sobre la segunda ‘Niña’ consecutiva que ahora está en vías de seguir. “El problema de estos escenarios es que mes a mes se agrava una falta de agua que se vuelve estructural, aunque por momentos haya mejoras, como lo sucedido en los últimos 30 días”, puntualizó el panorama.

Pero la situación de fondo no logra revertirse: los niveles profundos del suelo “se desecan severamente”. Esto vuelve a los cultivos muy sensibles al estrés termo hídrico. En este ciclo que aun muestra muchas interrogantes productivas, de las expectativas iniciales, Argentina perdió al menos un 11% de producción en soja y un 15% en maíz. “Desde inicios del 2020, ya van 23 meses de lluvias por debajo de las medias mensuales en la región núcleo. Los productores han visto como se ha modificado el paisaje al desaparecer cursos de agua y lagunas que eran históricas. La vulnerabilidad productiva del ciclo 2022/23 sería aún mayor que la de la campaña actual si se confirma una tercera ‘Niña’, algo que es tan inusual que para tener referencias hay que retroceder a lo sucedido entre 1999 y 2001″, relataron desde la bolsa rosarina.

La BCR señaló que las primeras dos de las tres Niñas de este período, “fueron muy intensas”, con valores ONI que incluso perforaron la barrera del -1,5. “La tercera ya no, y las proyecciones muestran que esta posible tercera ‘Niña’ sería más grave que la de hace veinte años atrás”.

En aquel entonces, en esos tres ciclos productivos, el maíz argentino rindió entre 53 y 54 quintales por hectárea, y la soja entre 23 y 25.