Austria impone una inédita vacunación obligatoria

Es el primer Estado de la Unión Europea en adoptar medidas drásticas, como el confinamiento y la vacunación obligatoria, en medio del resurgimiento de los casos de coronavirus.

Austria anunció una inédita vacunación obligatoria para toda su población a partir de febrero y se convierte en el primer Estado de la Unión Europea (UE) en adoptar medidas tan drásticas, en momentos en que el resurgimiento de los casos de coronavirus está llevando a varios gobiernos del continente a endurecer las restricciones.

El canciller, Alexander Schallenberg, informó las nuevas medidas, que incluyen un confinamiento generalizado a partir del lunes, tras una reunión con las autoridades locales y las justificó en la necesidad de “mirar de frente la realidad”.

“No hemos logrado convencer suficientemente a la gente para que se vacune”, dijo el líder conservador en una conferencia de prensa en la que explicó que las unidades de terapia intensiva están en una situación crítica.

“Aumentar la cifra de vacunados es la única manera de salir de este círculo vicioso” Alexander Schallenberg

“Aumentar la cifra de vacunados es la única manera de salir de este círculo vicioso”, agregó el jefe de Gobierno, citado por la agencia de noticias AFP.

Austria ya había instaurado el confinamiento para los no inmunizados, pero ante la presión sobre los centros de salud decidió extender el confinamiento durante 20 días e incluir a toda la población.

Según el canciller, la decisión “no fue fácil de tomar” y será reevaluada dentro de diez días.

Inmunización obligatoria

Aunque un número creciente de países impone una obligatoriedad de inoculación para algunos sectores, como el personal sanitario, muy pocos en el mundo exigen a toda su población adulta que se vacune.

Es el caso de Tayikistán y Turkmenistán, en Asia Central, y del Vaticano. También del territorio francés de Nueva Caledonia, en el Pacífico, que decidió que la inmunización sea obligatoria a partir de fines de diciembre.

Para la ONU, una medida restrictiva de este calibre debe tener “razones sanitarias legítimas” y cumplir con ciertos requisitos.

“Basándonos en principios generales de derechos humanos, lo que podemos decir es que la restricción de derechos por razones sanitarias legítimas, y eso incluye la vacunación obligatoria, debe cumplir con ciertas condiciones que están establecidas en el derecho internacional”, señaló la vocera de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU Liz Throssell.

Recalcó que, aunque todas las condiciones se cumplan, “los gobiernos deben hacer todos los esfuerzos a su alcance por convencer a la población de vacunarse” de forma voluntaria.

Al ser consultada sobre este mismo tema, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fadela Chaib, reconoció que la inmunización obligatoria no está en la “caja de herramientas” que promueve esa agencia para frenar la pandemia.

El debate por las nuevas medidas

El debate también se generó internamente en Austria, donde desde el pasado lunes las personas no inoculadas no pueden salir de casa salvo para hacer compras, hacer deporte o recibir cuidados médicos.

El partido de ultraderecha FPO convocó una manifestación para mañana en la que se esperan miles de personas, aunque estará ausente su líder, el militante antivacunas Herbert Kickl, por haber dado positivo al test de coronavirus.

“Austria es ahora una dictadura”, expresó Kickl tras conocerse las nuevas medidas.

Los artesanos, que abrieron sus puestos de los mercados navideños hace apenas una semana, también lamentaron el cierre.

“Es injusto que el 70% que sí se vacunó tenga que confinarse por culpa del 30% que no lo hizo”, declaró Markus Horvarth, quien aseguró que no tiene muchas esperanzas de que el mercado reabra a mediados de diciembre.

“La mitad de mis ingresos los gano aquí”, declaró, en otro puesto, Christian Edlmayr. “Esto será muy muy duro”, se quejó, citado por la agencia de noticias AFP.

El canciller Schallenberg se mostró seguro de la legalidad de la medida y recordó que en el pasado ya se aplicó una vacunación forzosa contra la viruela tras la Segunda Guerra Mundial.