El equipo dirigido por Miguel Angel Russo juega desde las 21.30 ante los brasileños, en uno de los cruces de la jornada del torneo continental más importante a nivel clubes.

Boca Juniors intentará dejar atrás los titubeos que mostró en sus recientes presentaciones en el torneo doméstico cuando visite esta noche ante Internacional de Porto Alegre en el cruce de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores, el trofeo que lo desvela y es su gran objetivo volver a conquistarlo luego de 13 años.

El encuentro se jugará este miércoles a partir de las 21.30 en el estadio José Pinheiro Borda, de la ciudad de Porto Alegre, será arbitrado por el chileno Roberto Tobar y televisado por la señal ESPN.

Boca intentará lograr un buen resultado en su visita a tierra brasileña para luego definir la llave en “La Bombonera”, en el encuentro revancha programado para el miércoles 2 de diciembre, también a las 21.30.

El ganador del cruce entre “Xeneizes” y brasileños jugará en cuartos de final ante el que se imponga en la llave que dirimirán Racing Club y Flamengo, actual campeón de la Libertadores.

Boca ganó cómodo y en forma anticipada el Grupo H, por delante de Libertad de Paraguay, Caracas de Venezuela e Independiente de Medellín, mientras que Inter fue segundo en el E, detrás de su clásico rival Gremio y por encima de Universidad Católica de Chile y América de Cali, de Colombia.

El andar del equipo dirigido por Miguel Ángel Russo era ideal antes de la pandemia de coronavirus, cuando fue campeón de la Superliga, y también cuando regresó el fútbol luego de más de cinco meses de receso por la ola de contagios, aunque un par de cimbronazos internos encendieron las alarmas y no llega a los octavos de final de la Copa en el mismo momento que disfrutaba hace apenas 15 días.

En ese contexto, la salida del equipo de una pieza importante como Guillermo “Pol” Fernández y la cabal demostración de la sideral diferencia de nivel entre titulares y suplentes que quedó expuesta en las derrotas en la Copa de Liga frente a Talleres de Córdoba y Lanús, ambas como local, motivaron a Russo a una serie de replanteos.

El entrenador rearmó su mediocampo, tras la salida del equipo de “Pol” Fernández, con el ingreso del juvenil Nicolás Capaldo, quien se suma en la contención al colombiano Jorman Campuzano, mientras que la creación quedó en manos de Edwin Cardona y el desequilibrio la marca el capitán e ídolo Carlos Tevez, la gran figura de Boca durante todo 2020.