Cayó el “Don Juan” con nombre falso

La Policía de Mendoza atrapó a Martín Fabre, el prófugo que estaba condenado por propinarle una salvaje golpiza a un niño. Se había establecido en Mendoza pero su falsa identidad, las múltiples relaciones amorosas y el lugar escogido para ocultarse no le dio resultado. Ya está de regreso a su natal Río Negro.

El historial violento de Fabre se remonta a 2015, cuando en el interior del departamento que compartía con su pareja torturó y maltrató al hijo de 4 años de la mujer. Lo golpeó en la cara, la espalda, el pubis y los miembros superiores e inferiores. Incluso lo empujó contra un mueble porque comía despacio y le dio otra paliza porque se había hecho pis en la cama.

Por los hechos, Fabre fue condenado a seis años de prisión en 2016. Sin embargo, mientras el fallo era apelado, el joven se radicó en Mendoza, informan los colegas del diario Los Andes.

El fallo original fue confirmado por el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro un año después de ser dictado y el caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación a pedido de la defensa, pero el Máximo Tribunal de Justicia de la Nación rechazó los planteos.

La condena a Fabre quedó firme y el tribunal dispuso que se haga efectiva la detención del sujeto y el traslado a una unidad carcelaria para que cumpla con la pena. Cuando lo fueron a buscar al domicilio fijado en Mendoza, no lo encontraron y, desde entonces, se decretó su rebeldía y el pedido de captura.

Martín Fabre se mudó a Mendoza y siempre se vio beneficiado por su buen aspecto físico, que le permitió facilitarle el acceso a un trabajo y relacionarse con varias mujeres al mismo tiempo. No obstante, lo que no esperaba es que fuera imputado por abuso sexual y que lo detuvieran sorpresivamente el pasado 4 de julio en su vivienda en Las Heras.

Ante la consulta de los efectivos, Martín optó por un nombre de “telenovela”: dijo llamarse Nicolás Gabriel Díaz León. Claro que al realizar el circuito de cruzamiento de datos y someterlo al equipamiento tecnológico biométrico, se obtuvo la correcta identificación, detectándose además que pesaba sobre él un pedido de captura.

Inmediatamente, lo llevaron a una comisaría. En el calabozo se comprobó la fama de Fabre como “sex symbol” en el mundo carcelario. Según trascendió, durante los más de 10 días que estuvo alojado en la subcomisaría Iriarte recibió la visita de tres mujeres distintas.

Primero, apareció una joven con un pequeño que sería producto de la relación con Fabre. Después, lo visitó una mujer embarazada cuyo bebé sería de Fabre y, por último, otra con quien también mantenía un romance.