En las últimas horas, el Gobierno chino estableció un estricto protocolo para el tratamiento de los cadáveres, en otro intento por controlar la epidemia de coronavirus.

A partir del documento se establece que los muertos por coronavirus no podrán ser enterrados en el lugar que deseen los familiares ni tampoco podrán tener un funeral.

Los cuerpos de los fallecidos infectados por el virus deberán ser incinerados de manera inmediata en las funerarias designadas por las autoridades. No podrán ser trasladados a otras regiones y tampoco preservados para un futuro entierro.

A su vez, el protocolo establece que las funerarias encargadas de realizar la cremación deberán enviar personal y vehículos especiales para entregar el cuerpo en la ruta determinada.

Según los últimos datos comunicados por las autoridades sanitarias el número de muertos ascendió a 305 y ya hay 14.380 infectados por la epidemia de coronavirus.