Dieciséis provincias bajo alerta meteorológica

Este jueves continuaban las altas temperaturas que comenzaron hace dos semanas en el país, con picos de más de 41 grados y un promedio de 35 grados. La noche del 31 de diciembre será calurosa y con probabilidades de chaparrones.

Dieciséis provincias se encuentran bajo alerta del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) por las altas temperaturas que desde hace diez días se registran en casi todo el territorio argentino y que, pese a algunas tormentas aisladas, se prevé que continúen por lo menos hasta el martes próximo con marcas térmicas que rondarán entre los 30 y los 40 grados.

Alerta naranja
La ciudad de Buenos Aires, al igual que el centro bonaerense, el centro de Córdoba; oeste de La Pampa y el este de Neuquén se encuentran desde el miércoles bajo alerta naranja, lo que significa que las marcas térmicas pueden tener un “efecto moderado a alto en la salud” y ser “muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo”.

Asimismo, y luego de superar por tercer día consecutivo la mínima de 22 grados y la máxima de 32,6; la ciudad de Buenos Aires vive oficialmente la primera ola de calor de la temporada, con una temperatura que se espera que alcance los 36 grados y la probabilidad de algunas tormentas y chaparrones aislados durante la tarde.

Alerta amarilla
En tanto, las provincias de Misiones, Corrientes, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San juan, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos tienen localidades bajo un alerta por temperaturas extremas de nivel amarillo.

Esta categorización del SMN establece que las marcas térmicas que se registran en los distritos mencionados “pueden ser peligrosas, sobre todo para los grupos de riesgo, como bebés y niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas”.

Ante la persistencia de las altas temperaturas el Ministerio de Salud de la Nación emitió un comunicado con recomendaciones: “tomar agua con mayor frecuencia, consumir frutas y verduras; evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, así como las comidas abundantes y la actividad física intensa”

También aconsejó “contar con teléfonos de emergencias por si alguna descompensación ocurriera en el hogar y/o en la vía pública” y enfatizó en la importancia de ofrecerle continuamente líquidos a los niños -preferentemente agua o jugos naturales- y, en el caso de lactantes darles el pecho de manera más frecuente”.