Dieron por aprobado el secundario a una chica superdotada

La Sala III de la Cámara Segunda de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Entre Ríos resolvió, en un fallo inédito, que una adolescente de 15 años, quien determinaron es superdotada e inclusive ya comenzó la universidad, aprobará el ciclo secundario sin tener que cursar ni rendir libres los contenidos exigidos en Argentina para ese nivel.

El tribunal, integrado por Andrés Manuel Marfil, Valentina Ramirez Amable y Virgilio Alejandro Galanti, tuvo en cuenta que la joven cuyas iniciales son B.R. acreditó haber obtenido un título secundario en los Estados Unidos. A su vez se exhortó al Consejo General de Educación (CGE) de Entre Rïos a que contemple los casos de niños y niñas con superdotación que no encuentran un marco académico que los contenga de acuerdo a sus capacidades.

La menor debió enfrentar problemas de integración en diversos establecimientos a los que concurrió, según informó el portal UNOEntreRíos, por lo que finalmente optó por culminar sus estudios en la modalidad a distancia en un establecimiento norteamericano.

El caso tomó notoriedad pública cuando el Defensor Público, a partir de una instancia del CGE pidió que se declare la obligatoreidad de la educación secundaria presencial para esta chica superdotada, en una institución educativa estatal, y su inclusión en un espacio terapéutico a los fines de promover su sociabilización.

Así fue como la justicia intervino, y en la sentencia de primera instancia rechazó el pedido del Defensor en esos términos, pero ordenó al Consejo General de Educación que arbitre los medios, procesos y turnos necesarios para que la menor culmine sus estudios secundarios, sin asistencia obligatoria, rindiendo libres la totalidad de las materias de los años pendientes, y se sugirió a la madre que la acompañe y oriente para la incursión y sostenimiento de un espacio terapéutico.

La resolución fue apelada y la Sala III admitió el recurso y dio validez, estudiando el caso, al título obtenido por la joven en el exterior, porque el mismo es reconocido por el ministerio de Educación de la Nación y es habilitante para su ingreso en la Universidad Nacional del Litoral (UNL), donde hoy B.R. ya cursa sus estudios. Para tomar esta determinación también se consultó al Consejo General de Educación, el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), aunque solo intervino el primer organismo.