Duelo Nacional por la muerte de Maradona

El Decreto 936 destacó que Maradona “consagró su vida al fútbol, deporte que abrazó con pasión y entrega total y en el que su inmensa habilidad con la pelota lo consagró como el mejor futbolista del mundo y una persona que hizo inmensamente felices a los argentinos y a las argentinas”.

El presidente Alberto Fernández decretó este miércoles Duelo Nacional en todo el territorio de la República Argentina por tres días, con motivo del fallecimiento de Diego Armando Maradona, y estableció que en esas jornadas la Bandera Nacional permanezca izada a media asta en todos los edificios públicos, y resaltó en el documento la trayectoria del astro del fútbol mundial.

Recordó sus inicios, con nueve años de edad, en el equipo infantil conocido como “Los Cebollitas” de las inferiores de la Asociación Atlética Argentinos Juniors, club en el que debutó en Primera División con tan solo 16 años, habiéndose desempeñado también en el país en los clubes Boca Juniors y Newell’s Old Boys de Rosario.

Y que en el año 1979 fue convocado para la Selección Juvenil Argentina de Fútbol con el fin de disputar el Campeonato de la Copa Mundial de Fútbol Sub-20, realizada en Japón, evento en el que se destacó como indiscutido líder y llevó al equipo a la obtención del Título de Campeón del Mundo Juvenil, habiendo sido elegido el mejor jugador del torneo.

Rememoró que llevó adelante “una exitosa carrera en el exterior, mostrando su talento en clubes españoles, tales como el Fútbol Club Barcelona y el Sevilla Fútbol Club, y en Italia brilló en el equipo de la Ciudad de Nápoles, la Societá Sportiva Calcio Napoli, obteniendo lauros con esa institución que lo convertirían en un ídolo único para todo el pueblo napolitano”.

Y en la decimotercera Copa Mundial de la FIFA que se realizó en 1986 en México “fue el líder indiscutido y capitán de la Selección Nacional Campeona del Mundo, convirtiendo cinco goles, entre ellos el mejor gol de la historia”, y “la obtención del Mundial de fútbol, sus goles y el carisma que lo caracterizó hicieron de él un ícono inigualable del deporte nacional”.

Además, en el “Mundial 90” realizado en Italia obtuvo el subcampeonato “y su llanto, luego de la final perdida, quedó grabado en la retina de todo un país”.

“Su inigualable destreza futbolística lo transformó en una de las personas más conocidas del mundo, traspasando las fronteras y siendo reconocido unánimemente como el Mejor Jugador del mundo”, señaló el escrito.