El consumo de carne vacuna cayó el 11%

El asadito del domingo ya es un bien de lujo. Los precios subieron un 69% entre septiembre de 2018 y el mismo mes de 2019.

En los primeros ocho meses del año, el consumo de carne vacuna cayó un 11,3%. Mientras cada argentino comía en promedio 58 kilos a principio de año, la cifra descendió hasta 51 para el mes pasado. Así lo indicó el último informe mensual de la Cámara de Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), que da cuenta de un dato central de la crisis económica.
Las carnicerías sufren por la baja de sus ventas, mientras las familias recortan gastos sobre un producto esencial de la alimentación, pero inalcanzable por su valor. En cuanto a los precios, el reporte destaca que a nivel interanual, es decir, comparando lo que costaba el mes pasado frente a agosto del 2018, el incremento fue del 69%, superior a la inflación.
“Eso refiere a la carne de novillo, que es la de consumo. Los valores estaban casi 20 puntos atrasados, y hubo un ajuste a fines del año pasado. Después se acompañó el alza de los costos de la cadena, que fue importante”, reconoció ante Crónica Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de Industria de la Carne de la República Argentina (Ciccra).

Las carnicerías sufren por la baja de sus ventas, mientras las familias recortan gastos sobre un producto esencial de la alimentación, pero inalcanzable por su valor. No obstante, destacó que “si se mira la comparación con las denominadas carnes sustitutas, como el pollo o el cerdo, esos aumentaron más que la carne vacuna”, aclaró. Eso se debe principalmente al impacto de la materia prima: “Tanto los pollos como el cerdo son alimentados con maíz, que se comercializa dentro del país a valor de dólar, por lo que cada devaluación impacta muy fuerte sobre esos valores”, puntualizó.