El gobierno define la suba para los jubilados

El Gobierno definirá esta semana cómo será el aumento a los jubilados que regirá desde marzo. La suba se dará por decreto dado que la movilidad fue suspendida por 180 días en diciembre tras la sanción de la ley de solidaridad social. Si bien distintas autoridades gubernamentales adelantaron que el incremento será una suma fija, podrían optar por una opción que combine también porcentuales. Según se pudo saber  , desde Anses presentaron varias alternativas, con sumas fijas, que van desde los 1500 a 2500 pesos, y sumas porcentuales, que van de 2 a 6 por ciento para las remuneraciones más altas.

En la definición participa Alejandro Vanoli, titular de la Anses, el Ministerio de Economía, que analiza los números, y el Ministerio de Trabajo, que estudia la parte legal. También siguen de cerca el tema  Jefatura de Gabinete y el mismo presidente, Alberto Fernández, quien mantuvo una reunión el viernes pasado por este tema. La modalidad del incremento deberá definirse antes de este viernes 14 de febrero, dado que los beneficios que se abonen en marzo deberían empezar a liquidarse antes de esa fecha. El incremento que sea definido regirá para marzo, abril y mayo. Si para junio no fue fijada una nueva fórmula de movilidad, a mediados de año también se aplicará una suba por decreto, dado que la emergencia fue establecida por 180 días.

Desde Anses buscarán que las jubilaciones mínimas, de 14.068 pesos, tengan un aumento mayor del que hubieran recibido con la ley de movilidad suspendida. Hubiese sido una suba del 11,56 por ciento, es decir 1626 pesos. Por lo que se espera que tras el incremento que salga por decreto el haber mínimo sea mayor a los 15.694 pesos. Además, el objetivo es que las asignaciones familiares tengan una suba mayor al 11,56 por ciento. Se trata de los beneficiarios que recibieron un bono en diciembre y enero. En el caso de los jubilados que cobraban hasta 19 mil pesos fue de hasta 5000 pesos cada mes, mientras que para las asignaciones sociales, fue de 2000 pesos. Esta medida implicó un gasto fiscal de 45 mil millones de pesos.

Pero las metas de Anses colisionan con los números que maneja la Secretaria de Hacienda, que lleva los números presupuestarios. La estrategia del Gobierno con el aumento por decreto busca generar mayor “equidad”, o como sintetizan los ministros, “achatar la pirámide previsional”. Por eso las autoridades aseguraron en reiteradas oportunidades que el aumento será una suma fija, dado que de esa manera significa un porcentaje mayor para los que cobran menos. Pero además, la suspensión de la ley tiene una lógica económica. El presidente, Alberto Fernández, aseguró que la actual fórmula es “impagable” y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, dijo que “hay que ser responsables con la situación fiscal”.

Otra de las cuestiones a dirimirse es si los aumentos serán por beneficiario o por beneficio. Un beneficiariario es una persona que cobra beneficios previsionales. Por ejemplo, este sería el resultado en el caso de que se definiera una situación hipotética de una suba de 2000 pesos más 5 por ciento. Una persona que cobra una jubilación y una pensión de 25 mil pesos cada una recibiría 2000 de suma fija por beneficio, es decir 4000 pesos, y además el 5 por ciento de cada beneficio. En cambio, un jubilado que cobra 50 mil pesos y no tiene pensión, recibiría 2000 de suma fija y 5 por ciento. La suba registrada sería menor, cuando en la práctica los dos jubilados cobraban lo mismo.