Sin soluciones al aspecto salarial y sin una presencialidad con garantías de salubridad se plantea la “imposibilidad de inicio de clases en el Chaco”.

El Frente Gremial participó el jueves por la tarde de un breve encuentro con el ministro nacional de Educación. Por lo limitado del tiempo entregó un texto en el que resume su posición frente a la intención oficial de regresar a las clases presenciales.

El colectivo compuesto por Atech, Federación Sitech, Utre Ctera, Sadop,  Setproch y Ugrebi pidió a Nicolás Trotta que considere a la docencia de cada provincia. “Cada educador es un actor fundamental del sistema educativo”.

Uno de los puntos propone que la cartera nacional trace una política salarial para todos los docentes del país, fijando un piso salarial inicial. En la redacción se puntualiza que esa definición sea “acorde con las necesidades de una vida digna, y no de pisos pobres e insuficientes complementados con sumas fijas o montos no remunerativos”.

Los magros ingresos ante una inflación del 36% y el incumplimiento provincial de acuerdos en febrero de 2020 para todo ese año, es otro de los argumentos locales. “Los docentes del Chaco han percibido un pobre y mezquino 7,8 % desde septiembre”, se ejemplifica.

El Frente Gremial también expuso que una gran cantidad de establecimientos educativos de la provincia se encuentran en un estado deplorable, sin agua en muchos casos, con faltante de sostenimiento y de mantenimiento del Estado.

Una obligación estatal que por mucho tiempo sostienen recayó “sobre las espaldas de los docentes, padres y alumnos. Ante un eventual regreso a la presencialidad sin garantías de medidas básicas de bioseguridad, “las organizaciones sindicales del Frente Gremial del sector aseveramos categóricamente que no hay inicio posible del ciclo lectivo este año”.