En este tiempo NO SOLO QUE ME CANCELARON A MÍ, sino que al maltratador además de protegerlo, también le dieron un espacio en la tv simultáneamente con su programa de radio, al que ahora invita a referentes del feminismo (se me ríe el qlo).

* ESTO PASÓ:

[Los últimos 2/3 años se me estaban haciendo muy complicados ya que sufría acoso y hostigamiento (mobbing) de parte de un compañero de trabajo en la radio. Todo lo que yo decía o hacía era cuestionado como si él tuviera que dar fe a la información que yo daba. Cuando hablaba o hacía notas telefónicas él siempre agregaba cosas por lo bajo, que por supuesto salían al aire y quedaba demasiado desprolijo, aparte de ser una falta de respeto. Fuera del aire por supuesto era peor el maltrato, llegando incluso a humillaciones horribles de las que no quiero entrar en detalles.

Por todo este maltrato y acoso que estaba sufriendo es que pido hablar con mi jefa Erica el día viernes 1 de Noviembre (antes de irme una semana de vacaciones), en reunión con ella le pido que por favor tome medidas con esa situación porque de lo contrario lo iba a denunciar por violencia de género. Ella se muestra sorprendida y responde que nunca le había dicho nada, a lo que respondo: ‘nunca dije nada porque tenía miedo, ahora también tengo miedo pero si me pasa algo ya sabemos quién fue’, y me contesta: ‘no creo, bueno después hablamos’, apurada y no me prestó más atención abandonando la charla.

Vuelvo de mis vacaciones a la semana, me llama y me dejó sin trabajo].

Agradezco a mis compañeros de producción Clarisa y Eduardo que al enterarse, automáticamente me llamaron para solidarizarse conmigo. Y con quienes siempre tuve excelente trato desde mi ingreso a Sudamericana en el año 2006 de la mano del Señor Natalio, y gracias a mi trabajo anterior desde 2004 con el señor Rafael.

También agradezco al señor Alejandro F. conductor del informativo de las 6, con quien nunca tuve vínculo y sin embargo siempre respetó mi trabajo.

De mis demás compañeros no tengo NADA que decir, su conducta dejó demostrado lo que son en la vida. Fueron testigos de todo lo que pasó y jamás me manifestaron apoyo, o repudio al maltrato. Dicen que todo llega. Ojalá no lo vivan en carne propia o con sus hijas/hermanas, y algún día se tomen unos minutos para reflexionar.

No le deseo este padecimiento a ninguna mujer, ninguna persona tiene derecho a maltratar a otra por creerse superior.

* Para los que dicen por qué no denuncié o por qué no dije el nombre del maltratador, NO ES FÁCIL SEÑORES, el miedo persiste. El dolor por tanta injusticia también.

Acompañamos desde nuestro espacio, creemos que este tipo de actos deben terminar, es inadmisible que sigan ante los micrófonos de los medios, estos “tipos” que se acomodan por años detrás de una mascara, la que muestran al público pero a cualquier precio hacen una campaña por debajo para que personas de buena fe, se queden sin su puesto de trabajo.