Hay 22 millones de nuevos pobres por la pandemia

Según la Cepal, este incremento de la pobreza significa un retroceso de 15 años para Latinoamérica. “Los ricos hoy son más ricos de lo que eran antes de la pandemia”, advirtió a su vez la española Susana Ruiz, del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam).

La Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal) estimó que 22 millones de personas cayeron en la pobreza en la región durante el 2020 tras la expansión de la pandemia del coronavirus, un retroceso de 15 años, mientras los nuevos millonarios y los ya existentes se enriquecieron exponencialmente en el mismo lapso.

En medio de los intentos de los gobiernos por mitigar las muertes a causa de la Covid-19, evitar el colapso sanitario y hacer malabares para mantener las economías que, en gran parte de los países cuentan con más del 50% de trabajo informal, desde inicios de la pandemia nuevos mil millonarios aparecen y los existentes ven crecer su riqueza.

“El virus es un marcador de desigualdades sociales muy fuerte”, enfatizó el director del Centro de Estudios Latinoamericanos Avanzados (Calas), Hans-Jürgen Burchardt, quien lleva adelante el laboratorio de conocimiento sobre riqueza y el poder con el objetivo de estudiar cómo se produce la riqueza y cómo distribuirla mejor.

 

Burchardt, también director del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Universidad de Kassel, advirtió que las mayores tasas de contagio y mortalidad se dan en las comunas más pobres, donde hay mayor hacinamiento y enfermedades de base.

La inequidad y los problemas de desarrollo en Latinoamérica no se deben a escasez de recursos, “sino que su distribución es incorrecta. Los recursos no están apoyando el desarrollo interno de los países”, indicó el economista y científico social alemán.

“La mayor parte de los países no han logrado crear una capa empresarial local competitiva que se dirija hacia el mercado interno. La gran mayoría se enfoca en la exportación y está controlado por un grupo reducido de personas y familias”, agregó el especialista, citado por la agencia de noticias Europa Press.

Son estos grupos empresariales e imperios familiares lo que se fortalecieron durante la pandemia.

La crisis delata la precaria situación de los trabajadores latinoamericanos. Ante los bonos de los gobiernos, el sector empresarial reclama que las personas no van a querer trabajar. En opinión de Burchardt, “es un estereotipo y no es nada correcto: un vendedor ambulante muchas veces se mata trabajando más horas que cualquiera que tiene un trabajo mejor y seguridad social más amplia. La mayoría de los ricos no lo son por meritocracia o porque trabajan mucho, sino precisamente por herencia y redes familiares”.

El académico alertó además que en la actualidad el 10% de las personas con mayores ingresos en Latinoamérica pagan una tasa impositiva efectiva promedio de solo el 5,6% sobre sus ingresos, en algunos casos solo de 1% a 3%.