Hicieron cola toda la noche para hisoparse en Monte Grande

En un centro de testeo de Monte Grande se interrumpió la actividad porque se terminaron los reactivos.

En tanto, miles de personas se agolparon ayer en los centros de testeo de Covid-19 de la Ciudad de Buenos Aires y debieron aguardar por su turno varias horas bajo un sol agobiante, en tanto en el predio de La Rural  fueron testeadas 13.360 personas, récord en los últimos 4 días, según lo informado por el Ministerio Salud porteño.

“Hace unos 15 días comenzamos a ver este aumento en la cantidad de testeos. El 40% de ellos son por viajes y el resto por contacto estrecho”, aseguraron representantes del Gobierno porteño.

El predio Ferial de La Rural es uno de los centros de testeos disponibles en la Ciudad. Cuenta con 75 puestos, de los cuales 60 corresponden a peatones y 15 a quienes van en auto. En uno y otro caso únicamente son atendidos quienes previamente solicitaron turno.

Las altas temperaturas -se registró un pico de 37° en la Ciudad- y los largos tiempos de espera en los centros de testeo generaron malestar entre aquellas personas que asistieron a la Rural.

Andrea Miranda fue una de ellas. Se presentó en ese centro junto con su hija y ambas se mostraron fastidiosas con la organización dispuesta por las autoridades sanitarias.

“Es un desastre, estaba mejor la cola en la calle al rayo del sol que acá adentro”, expresó Miranda, quien contó a Télam que fue a hisoparse por ser contacto estrecho de un caso positivo.

“Tengo un negocio de comidas y atiendo al público, por cuestiones de seguridad nos venimos a hisopar”, dijo.

Miranda aseguró que al momento de solicitar turno para el testeo no presentó ningún inconveniente: “El problema no fue el turno, sino la mala organización acá adentro”.

La dificultad que observó la mujer es que una vez dentro del predio las colas para registro y para testeo se mezclaban entre sí: “Afuera va rapidísimo, el tema es adentro, se te junta la gente que no sabe para qué lado ir”.

Por su parte, Paula Barberio se presentó con su hijo por ser contactos estrechos de un caso positivo. “Estuvimos aislados para las fiestas y ahora queremos confirmar que no estemos contagiados”, señaló.

A pesar de la cantidad de gente presente en el predio, Barberio y su hijo aseguraron que los tiempos en las filas de la Rural no eran tan extensos: “Es un caos igual, y eso que está bastante organizado”.

Silvia Escobar fue con su hijo, quienes previamente habían ido en octubre pasado a hisoparse para un viaje. Señalaron a Télam que observaron una mayor presencia de gente respecto a la última vez.

“En octubre entramos y salimos, no había la cantidad de gente que hay ahora”, dijo Silvia.

Fiorella Bianco y Florencia Ceifarelli son amigas y se presentaron a hisoparse por contacto estrecho.

“En la página de internet sacamos turno rápido, el sistema está bien, pero lo que pasa es que hay mucha gente”, dijo Fiorella.

Ceifarelli, por su parte, relató que intentaron sacar turno hace cuatro días pero que recién lo consiguieron ayer.

Asimismo, Claudio Carrasco se presentó junto a su esposa e hija, luego de que su hijo dio positivo hace cinco días.

“Por internet fue rápido el proceso, aunque lo sacamos con tiempo. Quisimos venir con el auto, pero para eso sí que no había turno”, explicó.

“Las veces anteriores que vinimos no tuvimos problemas, salvo hoy que se nota la presencia de mayor cantidad de personas”, precisó.

Sophie Mollard, francesa, se acercó al centro de testeos de La Rural luego de volver de vacaciones. Si bien destacó la “agilidad” en el proceso de testeo, cuestionó la falta de distancia física entre las personas que hacían las diferentes colas dentro del centro. “Es una lástima que te termines juntando acá adentro”, concluyó.