Inician negociaciones para comprar un avión presidencial

Un organismo internacional tiene una orden del Estado argentino para adquirir un reemplazante del Tango 01; en el sector consideran que la operación está avanzada y que la icónica aeronave se entregaría en parte de pago

El Tango 01, aquel avión que fue un ícono del menemismo y que desde hace años reposa en el aeropuerto de El Palomar, ha vuelto a ser noticia. Sucede que el Gobierno le ha encargado algunos mandados a la OACI, un organismo especializado de las Naciones Unidas destinado a cooperación entre sus países miembros en materia de aviación. Puntualmente, le pidió que inicie los trámites para la reparación de un Boeing 757 o, en su caso, el reemplazo por un avión disponible en el mercado que cumpla con los requerimientos necesarios como para ser afectado a la flota presidencial.

Son varios los proveedores de este tipo de aviones que recibieron un correo de la OACI, firmado por Igor Nosenko, solicitando cotizaciones y disponibilidades. “Uno de los gobiernos de nuestros clientes en América del Sur –dice el correo electrónico al que accedió LA NACION– tiene la intención de contratar los servicios de reacondicionamiento de un Boeing 757 que ya posee o, alternativamente, comprar un avión Boeing 757 disponible en el mercado y que cumpla con sus requisitos. Las necesidades/requisitos específicos se determinarán en los próximos meses. Es política de la OACI no divulgar el cliente hasta que se anuncie una licitación”.

Un años después, la licitación se cayó. En febrero de 2018, el gobierno de Macri dio por caída la licitación que había lanzado en 2017 y abrió un nuevo proceso con algunos cambios en la requisitoria. En el primero proceso quedaron nueve aeronaves con posibilidades de ser renombradas Tango 01. Dos pasaron a la final. Uno de ellos, un Boeing ejecutivo que pertenecía a Hyundai, que parecía ser el caballo del comisario. Pero la compra fue desaconsejada. “Demasiado lujo”, justificaron entonces.

La segunda licitación bajó las plazas a 13 y solicitó que la nave candidata tenga aún el 90% de su vida útil. La corrida cambiaria de 2018, los pedidos de baja del déficit que planteó el Fondo Monetario Internacional (FMI) tornaron aquella compra en poco menos que un abstracto.

Pero todo pasa y la Argentina regresa sobre viejos temas. Leonardo Barone, que según reveló el programa de LN+ La Cornisa pasó de ser copiloto de Alberto Fernández en la campaña presidencial de 2019 a director de Logística de Presidencia de la Nación, es el hombre que está a cargo de la operación.

El camino está allanado. Como dijo el Presidente, a diferencia de aquel acuerdo, el organismo no ha pedido austeridad. Si el proceso continúa, el Tango 01 debería ser acondicionado, quizá, para su último viaje o, en su caso, desguazado y llevado como autopartes. Varias veces salió a remate; nadie dio la base. Quizás Alberto Fernández podrá usar el avión presidencial en los últimos tramos de este mandato presidencial.

Él no tiene avión para ir al exterior, mientras su vicepresidenta, Cristina Kirchner, se vale de los otros aviones como una verdadera agencia de remises aéreos familiar. El Presidente está solo en el ayuno aéreo, si hasta los gobernadores delas provincias más pobres del país modernizaron su flota gracias a los dólares oficiales que se cancelan a 115 pesos. El jefe de Estado cree que le llegó la hora de volar cómodo. Ahí va, en busca de su nuevo Tango.