La brigada canina en el aeropuerto de Ezeiza

Es temprano y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza hay poco movimiento. Sin embargo, una sinfonía de ladridos se oye de lejos en el sector de arribos.

Al estilo de Paw Patrol, la serie animada de aventura protagonizada por un grupo de ocho cachorros, Batata, Layra, Merlín, Coco, Antón, Bocha, Greta, Kenia, India y Milo son diez beagles que integran la Brigada Canina del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) que vigila el ingreso de los pasajeros y de su equipaje que vienen del exterior, con el fin de evitar la entrada de mercaderías prohibidas.

Todo nació cuando luego de una auditoría realizada en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza se llegó a la conclusión que el punto crítico de control era el área de equipajes y pasajeros.

A partir de una reunión de la Coordinación General de Fronteras y Barreras del Senasa con gente del Comité de Sanidad Vegetal del Cono Sur (Cosave), se decidió como propuesta de optimizar el servicio la implementación de la Brigada Canina de perros detectores como complemento de los controles en la línea de escáneres.

“Es que por allí circula permanentemente una enorme cantidad de viajeros de diferentes orígenes, con sus maletas y bolsos a controlar, muchos de los cuales son de alto riesgo por la posible introducción de plagas y enfermedades”, explicaron en el organismo sanitario.

Así fue cómo un grupo de agentes del Senasa compró los primeros cinco beagles. Después llegaron los otros cinco. Fueron adquiridos por la Asociación Comunitaria Sur con la que colaboran todos los trabajadores del aeropuerto en conjunto con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Cómo trabajan

La rutina de los perros es compleja. De a pares, cada perro trabaja dos horas seguidas y luego tiene un momento de descanso de tres horas. Recién después de ese relax están en condiciones de brindar otras dos horas de servicio.

Además, tienen su tiempo de alimentación y su momento de digestión. La recreación y el ocio son cuestiones fundamentales que se respetan a rajatabla para cuidar su bienestar y que el rendimiento no decaiga. Así van rotando con la actividad.

En el Senasa contaron que se utilizan beagles porque tienen que caminar por arriba de los equipajes y entre mucha gente, en aeropuertos internacionales, por lo que se necesitan perros chicos y “amables”.

“Cuando detectan algún elemento de los encuadrados como prohibidos (materia orgánica) se sientan o se acuestan sobre el equipaje. En los pasos fronterizos terrestres, como por ejemplo Misiones, por lo general se utilizan perros labradores”, explicaron.