La evolución del coronavirus entró en una nueva etapa

La última fue detectada en Belo Horizonte, Brasil, pero aún se investiga si es de “preocupación”. Con personas ya vacunadas, infectadas, las que aún no tuvieron contacto con el virus y la falta de adherencia a medidas sanitarias, se considera que hay más posibilidades de que surjan nuevas mutaciones.

La pandemia sigue golpeando a la humanidad. La vacunación avanza lentamente, pero más variantes están emergiendo. Con esa diversidad de variantes, y con las diferentes situaciones de las personas, entre las que están vacunadas con solo una dosis, las que ya se infectaron, y las que aún no han tenido contacto con el virus, se considera que empezó una nueva etapa en la evolución del coronavirus. La última variante reportada fue detectada en Belo Horizonte, y en la región metropolitana de la capital de Minas Gerais, Brasil, y sigue estudio para evaluar si es de mayor contagiosidad. La nueva variante fue detectada por investigadores del laboratorio del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG) y del Grupo Pardini.

Los investigadores secuenciaron 85 genomas de muestras de pacientes con COVID-19 recogidas en la región metropolitana de Minas Gerais. En dos de esos genomas, se identificó un conjunto único de 18 mutaciones aún no descritas, que caracterizan una posible nueva variante del coronavirus. Sin embargo, todavía no se ha clasificado como “variante de preocupación”. Actualmente, hay tres variantes principales conocidas que preocupan a los científicos: la sudafricana, conocida por los científicos como 20I/501Y.V2 o B.1.351; la británica o de Kent, oficialmente 20I/501Y.V1 o B.1.1.7; y la brasileña de Manaos, denominada P.1. También está circulando la variante de Río de Janeiro o P2. En Argentina, hasta ahora se detectaron las variantes de Manaos, Reino Unido y Río de Janeiro, mientras que la de Sudáfrica aún no.

Los estudios genéticos en Belo Horizonte demostraron que los dos nuevos genomas, probablemente originados por la antigua cepa B.1.1.28 que circulaba en la primera fase de la pandemia en la ciudad, presentaban mutaciones en varias regiones del genoma. Los resultados también mostraron un aumento progresivo de las variantes P1, P.2 y B.1.1.7 en la región. “Los resultados de la investigación requieren esfuerzos urgentes de vigilancia genómica en la región metropolitana de BH y en el estado de Minas Gerais para la evaluación del estado de estas nuevas variantes del SARS-CoV-2”, dice la nota sobre la investigación publicada por la universidad.