La fiebre del oro deja muertes en Perú

Tras los enfrentamientos que dejaron 14 muertos en el sureño departamento peruano de Arequipa, los fiscales del caso apuntaron este viernes contra la propietaria y CEO de la minera Intigold, Rossana Camet, a la que acusan de liderar una “organización criminal” para desalojar a mineros artesanales.

Los dueños de la minera Intigold Mining S.A. se perfilan como supuestos responsables principales de enfrentamientos que dejaron 14 muertos en el sureño departamento peruano de Arequipa, en el marco de una “guerra” por la explotación de oro, según los avances de la Fiscalía.

Tras las investigaciones correspondientes, los fiscales del caso apuntaron este viernes contra la propietaria y CEO de Intigold, Rossana Camet, a la que acusan de liderar una “organización criminal” para desalojar a mineros artesanales con los que la empresa tiene una disputa de vieja data.

Camet, supuestamente, contrató sicarios en Lima y los llevó al distrito de Ático en la provincia arequipeña de Caravelí, para que expulsaran a la fuerza a mineros de la cooperativa Calpa Renace. Éstos respondieron y hubo muertos en ambos lados.

Los abogados de Intigold, Frank Melo y Felipe Paredes, sostienen sin embargo lo contrario: según ellos, fueron los asociados en Calpa Renace quienes lanzaron la ofensiva contra el personal de la empresa y contra los integrantes de una cooperativa informal asociada a ésta, Ático Calpa.

Más allá de los detalles que debe aclarar la Justicia, que por ahora tiene detenidas a 31 personas, todas ligadas a Intigold, ya está claro que las 14 muertes refuerzan el hecho de que la bendición del oro, que hizo de Perú el primer productor de ese metal en América Latina y sexto en el mundo, puede ser una maldición por la violencia y destrucción que la rodea.