La mitad de los haitianos sufren inseguridad alimentaria

El país registra uno de los niveles más elevados de inseguridad alimentaria en el planeta, indicador que empeoró los últimos seis meses. La situación llegó al límite en la capital, Puerto Príncipe y su región metropolitana.

Casi la mitad de la población de Haití padece niveles de inseguridad alimentaria “aguda”, según alertó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un reporte en el que afirma haber detectado por primera vez niveles “catastróficos” de hambre en el país caribeño.

“Haití está confrontado a una catástrofe humanitaria (…) y el informe que se publica muestra que la gravedad y la extensión de la inseguridad alimentaria en Haití se agrava”, afirmó el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) para ese país, Jean-Martin Bauer, en videoconferencia.

El país registra uno de los niveles más elevados de inseguridad alimentaria en el mundo y la situación empeoró los últimos seis meses.

Según el documento, 4,7 millones de haitianos padecen niveles de inseguridad alimentaria aguda, de las cuales 1,8 millones están ya en situación de “emergencia”.

La situación llegó al límite en la capital, Puerto Príncipe, y su región metropolitana, donde fueron reportadas 19.200 personas en la fase de “catástrofe”, el peor índice de seguridad alimentaria.

Es “la primera vez en Haití”, subrayó Bauer, quien insistió en que los afectados carecen de los nutrientes esenciales necesarios “para sobrevivir”.

No obstante, para que la ONU pueda hablar de “hambruna”, es necesario que amplios sectores de la población se vean afectados.

Los hogares clasificados en esta fase viven en Cité Soleil, el barrio más pobre y violento de la capital, y representan el 0,3% de la población de esta localidad, según el análisis, que refiere “un ciclo de desesperación creciente” en Haití, “sin acceso a comida, combustible, empleos y servicios públicos”.

El PMA prevé que la situación alimentaria empeore cada año en este país, uno de los más pobres de la región y más vulnerables ante las catástrofes naturales.

Haití, donde resurgió el cólera casi tres años después del fin de la última epidemia, es también un país asolado por años de inestabilidad política y bandas criminales.

Además, se ve afectado por una elevada inflación, que desencadenó disturbios, saqueos y manifestaciones contra el primer ministro Ariel Henry, después de que anunciara un aumento del precio de la gasolina, consignó la agencia de noticias AFP.