Mantendrán el cupo diario de ingreso de 600 pasajeros

Los ministros De Pedro, Vizzotti y Guerrera analizaron los números y concluyeron que los efectos de la medida fueron positivos; solo se analizan sumar ingresos extras de manera excepcional

El Gobierno resolvió extender el cupo de 600 ingresos de pasajeros internacionales al país. En medio de una fuerte presión del sector y las quejas de los afectados, en la Casa Rosada evalúan ahora la posibilidad de sumar vuelos especiales para traer a las personas varadas.

A pesar del costo político de la medida y los amparos de los varados presentados en la Justicia, la Casa Rosada mantiene así la determinación de limitar el ingreso al país con el objetivo central de ralentizar la llegada de la variante Delta de coronavirus.

De eso hablaron durante una hora los ministros Eduardo de Pedro (Interior), Carla Vizzotti (Salud) y Alexis Guerrera (Transporte). La conclusión, según pudo saber LA NACION, fue que las restricciones sirvieron para contener el desembarco de las nuevas cepas de Covid-19. Lo cierto es que en Balcarce 50 esperaban una actitud más decidida de los gobernadores para controlar a los viajeros que llegaron a la Argentina. Eso no sucedió.

Desde el lunes la postura que gravitaba en lo más alto del Gobierno era la de sostener el número y habilitar excepciones, con vuelos puntuales adicionales.

“Tiene que haber argumentos muy sólidos de los ministerios que demuestren que se puede flexibilizar un poco sin poner en riesgo la cuestión sanitaria”, advirtió a LA NACION un alto funcionario nacional antes del encuentro sobre la decisión administrativa que vence el 9 de julio. “Hoy lo más importante es retrasar lo más posible el ingreso y la transmisión comunitaria de la variante Delta. Estos dos meses son claves para avanzar con la vacunación y evitar tener que volver a cerrar la economía”, agregó.

Una de las cuestiones que observaron los ministros fue la efectividad que tuvieron los controles para verificar el cumplimiento de las cuarentenas y los resultados de los PCR y los estudios genómicos de las variantes. Antes de la medida, el incumplimiento de la cuarentena obligatoria era del 40 por ciento. Eso número bajó a la mitad en los últimos días. Según explicaron fuentes oficiales, los últimos datos arrojaron que ahora hacen el aislamiento ocho de cada 10 personas.

Sobre los vuelos especiales aún no hay una definición. Este jueves será un día clave, aunque uno de los hombres de máxima confianza del presidente Alberto Fernández dejó una pista. “La idea, en principio, es sostener la restricción en 600 ingresos por día y agregar excepciones, es decir, habilitar vuelos puntuales por cuestiones de reciprocidad diplomática”, dijo el estrecho colaborador del jefe del Estado, quien dio como ejemplo el avión de Copa Airlines que fue habilitado para regresar al país desde Panamá el 28 de junio, autorizado por la ANAC por fuera del cupo diario.

El Ministerio de Salud -que tiene mayor peso en la decisión- fue quien mantuvo la postura más dura de sostener en 600 la cantidad de pasajeros habilitados. Desde otros ministerios, como Transporte, insistían con la posibilidad de una pequeña apertura.

“El sentido de la medida no se modifica porque la situación epidemiológica no cambió: los números de contagios no bajan y la variante Delta sigue acechando al país”, resumió una alta fuente de la Casa Rosada. El funcionario, con despacho en la Casa Rosada, añadió: “Sabemos que tiene un costo político, pero es una decisión que afecta a una minoría y beneficia a una mayoría”.

El Gobierno quiere ganar tiempo con la vacunación y por eso intenta contener la diseminación de la variante Delta (mucho más contagiosa) a pesar de que los expertos consideran que bloquear su ingreso al país será imposible. Tal como publicó LA NACION, además de la cuestión sanitaria, en Balcarce 50 también hacen cuentas electorales. El Gobierno considera a julio un mes fundamental para encarar la campaña. Una nueva ola de contagios sería un golpe de gracia para los objetivos, que son mostrar una economía en recuperación y una vida lo más parecida posible a la prepandemia.

La Nación