Mató a su esposa en Brasil, huyó y formó otra familia en Misiones

Un brasileño que había matado a su esposa hace 19 años fue detenido en la zona centro de Misiones, donde había formado una nueva familia y trabajaba como mecánico. El hombre enfrenta en su país una causa penal que podría dejarlo tras las rejas 28 años.

Los policías encubiertos que investigaban algunos robos y hurtos obtuvieron el dato de que entre las localidades de Mojón Grande y Florentino Ameghino -zona centro de Misiones- estaba residiendo un hombre que tenía pedido de captura en Brasil.

Luego de establecer de quién se trataba, simularon un desperfecto mecánico en el vehículo de civil en el que realizan sus recorridas y el homicida acudió para subsanar el problema. Los agentes no tardaron en corroborar que se trataba de un brasileño y fue entonces que le preguntaron el nombre. El mecánico dijo llamarse Atair Santos de Olivera pero que todos lo conocían como Luis Alberto Godoy.

Fue entonces que los policías lo detuvieron en averiguación de sus antecedentes y trasladaron a Leandro N. Alem. En ese lugar, el prófugo reveló que su verdadera identidad era Luiz Daniel Reichel (54). La Policía de Misiones entonces pidió antecedentes a la Policía Civil y Militar de Brasil, constatándose que tenía un pedido de captura internacional por la muerte de su pareja.

El prontuario de Reichel en la Justicia comenzó el 25 de marzo de 1996, cuando le pegó cuatro balazos a un vecino de la colonia Línea Faxinal porque sospechaba que mantenía una relación clandestina con su pareja.

Cuatro años después, el 27 de junio de 2000, mató de seis tiros a su pareja con un revólver calibre 38. El crimen se concretó delante de los hijos, uno de ellos discapacitado. Cuando escapaba, Reichel pasó por la casa de un vecino y le pidió que fuera en auxilio de su mujer.

El femicida traspuso el río Uruguay y se instaló en Misiones un tiempo. Luego viajó hacia la provincia de Corrientes, donde fue detenido y se le inició un proceso de extradición por el crimen cometido en su país.

Sin embargo, por causas que no trascendieron, fue excarcelado y nuevamente desapareció.

Hace algunos años se instaló en una tranquila zona de chacras, donde inició una relación amorosa con una mujer, fue padre y comenzó a ganarse la vida como mecánico.

Fuentes policiales revelaron que tanto su pareja como los demás familiares sabían que Reichel tenía pedido de captura por haber matado a su pareja, pero nunca lo denunciaron.

La jueza de Instrucción Selva Raquel Zuetta dispuso en un primer momento la expulsión del país del brasileño en aplicación de la Ley de Migraciones, pero al comprobarse que también había una requerimiento por rebeldía del Juzgado Federal de Paso de los Libres, ordenó que Reichel quede preso en la Prefectura Naval a disposición de esa dependencia judicial.