Médico tucumano opera gratis a niños pobres con labio leporino

Él es Oscar Abdala, quien junto a su equipo de profesionales, un sábado al mes, realiza intervenciones quirúrgicas gratuitas a los más pequeños, cuyas familias no disponen de la cobertura de una obra social. “Es una gran satisfacción poder ayudar a la gente, sentir que la familia está contenta”, expresó a Telefe Bahía.

En épocas donde la salud es atravesada transversalmente por el comercio y la cobertura sanitaria, muchas veces se aleja del derecho o las posibilidades económicas de los bolsillos de los ciudadanos, un cirujano con su equipo de profesionales médicos dedica parte de su tiempo a operar de forma gratuita a los niños con labio leporino y fisura de paladar, cuyas familias carecen del acceso a una obra social.

Su nombre es Oscar Abdala, un joven médico tucumano de 41 años, padre de una niña de 3 años y un bebé de tan sólo 50 días. Graduado en la Universidad Nacional de Tucumán, ciudad donde también cursó la residencia de Cirugía General.

En el Hospital Eva Perón de Buenos Aires completó el proceso formativo y conoció a su jefe, Héctor Lanza, quien le irradió el interés por las iniciativas solidarias a través de una fundación denominada FUNDACC.

“Los residentes participaban del programa Patria Solidaria y realizaban viajes a distintas provincias como Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Misiones, Chaco, entre otras y hacíamos intervenciones quirúrgicas reparadoras para pacientes de bajos recursos”, contó Oscar a Telefe Bahía.

Según el profesional, este tipo de acciones acercan desde el punto de vista emocional a los niños, a las distintas familias y entiende que la mejor retribución es aquella que proviene de cambiar el sentimiento desalentador, que en ocasiones invade a las personas en situación de vulnerabilidad, por el de una esperanza que optimice su calidad de vida.

“Me quedó con eso de como poder seguir ayudando a la gente de lo público, ya que en lo privado es más difícil”, añadió.

De regreso al “Jardín de la República”, Oscar desempeñó funciones durante cinco años en el Hospital Avellaneda, donde ya operaba pacientes con Fisura Labio Alveolo Palatina y Labio Leporino, en un trabajo mancomunado con la fundación Gavina, la cual oficiaba de intermediaria para enviarle a los diferentes afectados.

“Ellos, acá en Tucumán se encargaban de la parte no quirúrgica del procedimiento porque el tratamiento para este tipo de afecciones es como muy interdisciplinario. Intervenían en lo relacionado con la fonoaudiología, psicología tanto infantil como para los padres, así también como desde lo odontológico y la ortopedia bucal”, informó.

Al poco tiempo abandonó el sector público para pasar al privado. Allí, desde un marco signado por la burocratización de la medicina y la complejidad económica que suele representar para los sectores de escasos ingresos, el facultativo se planteó no abandonar la gratificación personal que implica ayudar a los demás.