Murió otro niño Wichi, por desnutrición

Otra vez la tragedia lleva la cara de un chico wichi. Tenía un año y diez meses y murió el fin de semana pasado. Vivía en la comunidad de El Tráfico, en la localidad de Embarcación, en el norte de Salta. Aunque el gobierno provincial no habló de las causas, decidió declarar la emergencia sociosanitaria en tres departamentos de la zona involucrada.

Según reconstruyeron distintas fuentes locales, el fallecimiento del niño fue producto de condiciones extremas de desnutrición y deshidratación. Con su caso, en lo que va del año serían al menos cinco los chicos y chicas que perdieron la vida en esa región salteña por este motivo.

La medida tomada por el Ejecutivo salteño sobrevino luego de una reunión de urgencia con enviados del ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo. El domingo, cuando se difundió la noticia, el funcionario de la Casa Rosada había escrito en su cuenta de Twitter: “La muerte de otro niño de la comunidad wichi y el grave estado en el que se encuentran otros chicos nos conmueve a todos. La situación sociosanitaria en el norte de Salta es crítica y el @MDSNacion está trabajando desde hace varias semanas en acciones de carácter urgente”.

“Convoqué la formación de una mesa multisectorial con todos los actores de la sociedad civil y política; legisladores nacionales y provinciales, intendentes”, anunció el gobernador Gustavo Sáenz. También a través de su cuenta de Twitter, agregó: “En busca de soluciones superadoras debemos trabajar todos juntos. Estamos ante una dolorosa y triste realidad que lleva décadas en la provincia”.

Ayer, luego de la reunión que tuvo lugar desde las 19 y casi hasta las 22 en la Casa de Gobierno salteña, Sáenz anunció que declarará por decreto la emergencia sociosanitaria en los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia, con una vigencia de 180 días y con facultades para que el Ejecutivo local pueda extender el plazo. “Vamos a dirigir nuestros mayores esfuerzos para asistir de manera inmediata a los sectores más vulnerables, con medidas y acciones prioritarias”, dijo el gobernador. Y sostuvo: “No me da vergüenza mostrar la realidad, me entristece y duele esta situación. Hay un norte profundo que duele y golpea, tenemos mucha gente sufriendo, sin agua, sin servicios de salud en condiciones”.

Para De Dios, “falta un diagnóstico, conocer bien a las comunidades, sus necesidades, y es ahí donde hay que hacer foco, porque sin información las políticas públicas fracasan. Muchos de esos chicos están indocumentados, entonces, por ejemplo, no pueden recibir la Asignación Universal por Hijo (AUH)”.

Desde que se conocieron los primeros casos de niños que fallecieron por desnutrición a principios de enero, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, como respuesta, detalló que están trabajando en la zona, dispusieron el reparto de agua envasada y ampliaron la distribución de módulos alimentarios en toda la región. Además, se sumó al terreno dos camiones potabilizadores, que ya están repartiendo agua segura en 18 puntos críticos, teniendo en cuenta que es una de las necesidades más urgentes.

Por otro lado, desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación subrayaron que se distribuirán 40.000 módulos alimentarios por mes, ante el convenio firmado con el gobierno provincial. “Un equipo conformado por distintas áreas del ministerio quedará trabajando en el terreno, para colaborar en la puesta en marcha de acciones de corto plazo, que sean integrales y apunten al acceso al agua, al alimento y a los servicios de salud desde una perspectiva intercultural”, afirmaron desde esa cartera. Además, se aseguró que se volcarán 330.000.000 de pesos desde el 10 de febrero con la tarjeta alimentaria en toda la provincia.

Las organizaciones sociales que trabajan en territorio informaron a LA NACION que la situación es crítica y de larguísimo arrastre. Un referente de la comunidad wichi Misión Chaqueña, en Embarcación -que prefiere reservar su identidad-, confirmó las muertes de los niños wichi por desnutrición y deshidratación. “Nuestro principal problema es el acceso al agua. En nuestra comunidad tenemos una sola bomba para 500 familias y ni siquiera sabemos si lo que sale es apto para el consumo humano”, enfatizó. Incluso, él tuvo a dos de sus hijos internados por deshidratación.

Martín De Dios, de Lewet Wichi, una organización que trabaja para fomentar el respeto a las comunidades originarias, contó que en la comunidad de Misión Chaqueña están muy golpeados, porque “para ellos fue una sucesión de eventos trágicos muy seguidos”. Sin embargo, aclaró que “no es nuevo que mueran chicos por desnutrición”.