Quiénes son los siete presos K que fueron liberados

Cristóbal López y Fabián De Sousa no fueron los primeros presos vinculados al kirchnerismo en ser excarcelados en los últimos dos meses. La libertad de los empresarios tuvo como preludio los casos de Gerardo Ferreyra, Fernando Esteche, Oscar Thomas, César Milani y Carlos Cortez. Todos fueron liberados tras las PASO. Cinco de ellos en solo una semana.

Los dueños del Grupo Indalo consiguieron el visto bueno de la Sala I de la Cámara Federal para salir de la cárcel: el juez federal Claudio Bonadio les aceptó el seguro de caución y el Servicio Penitenciario Federal (SPF) finalmente les abrió la pesada reja del penal este martes por la tarde. En los pasillos judiciales suena la contundente victoria de la fórmula Fernández-Fernández en las PASO como el principal motivo del cambio de aire.

El primer liberado K del año fue César Milani. El 9 de agosto, dos días antes de las primarias y cuando ya se hablaba de una posible ventaja electoral de Alberto Fernández, el exjefe del Ejército de Cristina Kirchner fue absuelto y excarcelado. Había llegado a juicio acusado del secuestro y tortura a Pedro y Ramón Olivera.

El Tribunal Oral Federal de La Rioja consideró legal el procedimiento del entonces subteniente en el Batallón de Ingenieros 1° sección A en la casa de esa familia “por la averiguación de un hecho presuntamente subversivo”.

Al día siguiente, el empresario Carlos Cortez abandonó la prisión con la condición de dejar uno de sus bienes como garantía. También está implicado en la causa “Cuadernos”. Está acusado de ser testaferro de Daniel Muñoz, el exsecretario privado de Néstor Kirchner.

Ese mismo día, el 4 de octubre, dejaron salir a Gerardo Ferreyra, el vicepresidente de Electroingeniería también señalado en ese expediente.

Algunos detenidos ligados al kirchnerismo buscan tener la misma suerte: Carlos Kirchner, el primo del expresidente, pidió la excarcelación en el juicio por obra pública. El resto permanece alerta a los tiempos políticos judiciales. Uno de ellos es el empresario patagónico Lázaro Báez, detenido en Ezeiza por la “Ruta del dinero K” y la obra pública. También su hijo Martín Báez, acusado de fugar U$S5,5 millones al exterior a pesar de tener las cuentas embargadas.

Por los “cuadernos de las coimas” están alojados, entre Ezeiza y Marcos Paz, Roberto Baratta, ex subsecretario de Planificación Federal, y los abogados Miguel Ángel Plo y Federico Zupicich. Por la “Ruta del dinero K”, Jorge Chueco, abogado de Báez. Y por la “mafia de los contenedores”, Claudio “Mono” Minnicelli, cuñado de De Vido.

Julio De Vido también está preso pero con condena: el Tribunal Oral Federal 4 porteño lo sentenció a cinco años y ocho meses de prisión por administración fraudulenta en la investigación por la tragedia de Once.

Lo mismo pasó con el exsecretario de Obras Públicas: el Tribunal Oral Federal 1 de Comodoro Py le dio seis años a José López por los bolsos con U$S9 millones que intentó esconder en junio de 2016 en un convento de General Rodríguez.