Los especialistas hablan de un efecto “puerta 12”. La producción salió toda de golpe y la industria no tiene la capacidad necesaria para procesarla.

Son toneladas de limones que fueron desechados por productores. No se pueden exportar porque no cumplen con los estándares de calidad internacional y tampoco se pueden inyectar en el mercado interno. Algunos empresarios decidieron regalarlos a los vecinos pero una montaña de los cítricos invadieron una cantera junto con la basura en la municipalidad de Las Talitas, en Tucumán y quedarán sin consumirse.

Las precipitaciones registradas en la provincia durante marzo, abril y mayo, que alcanzaron récords de milimetrajes inesperados para esta época, afectaron la campaña citrícola y retrasaron en forma considerable la cosecha, informaron desde la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) de la provincia.