Se recibió de abogada a los 73 años

Rosa Alegre se  recibió de abogada, con sus 73 años. Rosa había pasado por la universidad hace muchos años, pero se casó y tuvo hijos, por lo que dejó la carrera. “La facultad no cierra las puertas a nadie, yo me di el gusto de terminar una carrera que siempre me gustó”, dijo.

En medio de la pandemia y con sus 73 años, Rosa Alegre se recibió de abogada. “Había comenzado la carrera hace muchos años pero abandoné por elección de vida, me case y tuve hijos. Ahora ellos están grandes, tienen su vida y en 2010 decidí retomar. Me di el gusto de terminar una carrera que siempre me gustó, porque la facultad no cierra las puertas a nadie, hay que demostrar que hay deseo y ganas”, señaló.

Volver a la universidad después de tantos años y con compañeros mucho más jóvenes fue todo un desafío para esta jubilada. “El dejar de estudiar y dedicarse al trabajo y la familia es otro trabajo, la mente deja de tener un ritmo de estudio. Mis compañeros me alentaron siempre, ellos en ese momento tenían 17 años. Ahora algunos ya terminaron y otros se van a recibir el otro cuatrimestre”.

“Mi familia también me apoyó 100 porciento, mis cuatro hijos y mis nietos. Yo no quiero ser un ejemplo para ellos pero quiero que vean que si hay una meta se puede llegar tarde o temprano, con esfuerzo, dejando cosas. Para mí fue un gran esfuerzo, un gran sacrificio, estudiar de mañana y tarde, y ahora con la pandemia esto de estudiar virtualmente.  La facultad te abre la mente, a mí me ayudó muchísimo”, agregó.

Respecto a su futuro anticipó que le gustaría dedicarse a esta profesión. “Me gustaría ejercer y salir a trabajar en los tribunales o asociarme a algún compañero, o bien poder brindar todos estos saberes como profesora de la facultad”.

 

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