El cabo Gustavo Lencina de 34 años murió este sábado por coronavirus, luego de estar casi una semana internado. Uniformados reclaman elementos de higiene y el cumplimiento de las normas sanitarias para evitar la propagación de la pandemia en la sede policial.

El fallecimiento causó preocupación en la Delegación Resistencia de la Policía Federal Argentina, porque al parecer no tenía enfermedades preexistentes y aflora nuevamente la falta de protocolo, sobrecarga de horarios e inexistente acompañamiento a los policías que contrajeron el Covid-19.

Además,  desde hace tiempo se mantienen controles en las rutas donde en la mayoría de los operativos hasta cinco ocupantes van en el móvil, pese a la negativa del personal. El personal elevó las quejas a través de la cadena de mando, pero desde que estalló la pandemia no tuvieron repuestas que garanticen a los trabajadores no exponerse al virus.

La muerte de Lencina, enciende las alarmas ya que los efectivos que ingresan a la delegación no se les toma la temperatura y tampoco disponen de sanitizantes, y mucho menos cumplen el distanciamiento debido a la superposición que se registra de agentes, suboficiales y oficiales en el mismo horario laboral.

Pese a que se pidió al Comisario inspector Fausto Núñez, a cargo de la Agencia Regional Federal NEA , de exceptuar los controles vehiculares ante el alto riesgo de los uniformados que deben ir cinco policías en un vehículo cada guardia, el planteo no prosperó y los contagios en la dependencia  se dispararon porque desde que se declaró la pandemia.

No obstante las malas condiciones de salubridad,  el trabajo de los agentes federales continúa prestándose  en seguridad de edificios públicos, controles de rutas, cuidado y traslado de detenidos. Otro de los temores en los escalafones, es la ausencia del médico de la institución. Los uniformados afirman: “aunque no le corresponde obtuvo una licencia y nadie controla a los contagiados que aumenta  día a día”.

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