Un club echó a 17 jugadores

La polémica tendencia de recortar los salarios de sus trabajadores, y por sobre todo de sus futbolistas, por parte de los clubes europeos ante las pérdidas económicas que suponen el parate deportivo por la pandemia de Covid-19 encontró un límite en Eslovaquia. Aunque la historia no tuvo nada parecido a un final feliz.

Fueron 17 los jugadores del MSK Zilina, uno de los clubes más tradicionales de ese país, quienes se negaron a aceptar una reducción de su sueldo y anunciaron que iban a recurrir a su sindicato. “La dirección estaba lista para discutir, en un régimen limitado, la propuesta para reducir temporalmente los ingresos de los jugadores. Sin embargo, los líderes de los equipos A anunciaron que negociaría por ellos el presidente de la Unión de Profesionales del Fútbol, Ján Mucha”, informó el club en un largo comunicado publicado en su sitio web.

Sin embargo, la intermediación del gremio no fue bien digerida por el club eslovaco, que consideró tal actitud como “absolutamente inapropiada en términos de justicia y lealtad para la institución” y pasó a despedirlos.

Acto siguiente, las autoridades del Zilina intentaron quitarle dramatismo a sus acciones con algunas aclaraciones sobre la situación de los futbolistas echados. “Los jugadores que han sido despedidos no tendrán problemas existenciales debido a sus ganancias pasadas. En la mayoría de los casos, sus ingresos son de 4 a 10 veces más altos que el límite de los aportes mensuales a la seguridad social establecidos por el Gobierno (627 euros)”, consideraron.

La respuesta del sindicato liderado por el ex arquero de Everton de Inglaterra, Mucha, no se hizo esperar. El club no menciona en su declaración que sugería que los jugadores redujeran sus salarios hasta en un 80 por ciento. La UFP quiere enfatizar que los futbolistas del Zilina estaban dispuestos a mostrar solidaridad y querían discutir las condiciones específicas con el club a través de la UPF. Es el derecho de los jugadores estar sindicalizados. Esto no puede ser una razón para rescindir el contrato“, sentenció el Agremiados eslovaco, que anunció a su vez futuras acciones.

La situación del MSK Zilina es tal que se declaró en cesación de pagos y a partir de este miércoles entrará en un proceso de liquidación. “La estrategia de financiación del club se basa en los ingresos de la venta de jugadores mientras que la mayor parte de los gastos son los salarios de los jugadores profesionales”, aclara la institución, haciendo hincapié en la reciente transferencia del delantero Robert Bozenik a Feyenoord, de Holanda.

En ese sentido, según el Zilina, sólo se cobraron hasta el momento 400 mil euros del total de 4 millones que acordó con el club holandés en enero pasado por el pase del prometedor jugador de 20 años, que ya tiene cuatro goles en ocho partidos con la Selección Mayor de su país. Por ende, con las cuentas endebles, el club anunció que “priorizará cuidar, en la medida de lo posible, del personal y los jugadores que tienen los ingresos más bajos”.