Un niño de 13 años espera hace 5 meses hormonas de crecimiento

Se trata de Ramón Coceres, de 13 años sigue un tratamiento debido a su diagnóstico de déficit de crecimiento en el que si o si deben inyectarle hormonas de crecimiento.

Hace 5 meses la obra social Incluir Salud, no le envía la medicación ,  luego de tantos reclamos su madre la señora Natalia Borda realizó una publicación en las redes sociales donde pone en venta sus riñones para poder costear los gastos de la medicación para su hijo.

Si bien es cierto hace poco ha recibido hormonas, éstas mandaron por error debido a que e corresponden a otra paciente, lo que dificulta la realidad de ambos niños, uno porque no es la droga exacta que necesita y la otra niña porque no puede recibirlas  hasta que la señora Borda no devuelva con la firma y el trámite que corresponde.

Los niños que no se inyectan estas hormonas, sufren una deficiencia en el desarrollo de su crecimiento y además dolores musculares.

Por lo tanto en el marco de una pandemia, ésta situación es urgente, y lo que dificulta a sus padres poder comprar en estos momentos la dosis ya que cada una tiene un valor de $27.000 aproximadamente.

Cuanto antes necesitan solucionar este problema ya que peligra la salud del niño.

 

¿Qué es la hormona de crecimiento?

También conocida como somatropina, es la producida por la glándula pituitaria que se encuentra en el cerebro. Entre sus funciones, se encarga de aumentar la estatura y la masa muscular, reducir la grasa corporal y controlar el metabolismo del cuerpo.

Algunas personas nacen con una deficiencia de hormonas de crecimiento, lo que les ocasiones distintos problemas de salud. Existen medicamentos que contienen esta hormona y consiguen estabilizar el nivel de somatropina y evitar dichas complicaciones.

¿Cuándo se necesita?

Normalmente, se detecta que un niño no está creciendo al ritmo que debería hasta los tres años, donde la comparación con el resto hace notable la diferencia en la estatura. Para asegurar que el niño puede necesitar hormona de crecimiento, el médico puede llevar a cabo una serie de exámenes para conocer la edad ósea, el factor de crecimiento de insulina, el nivel de secreción de somatropina u otras hormonas, o la tolerancia a la insulina. Dependiendo de los resultas, se recetará o no un suplemento para cubrir la posible falta de hormona de crecimiento.

Las dosis se suelen administrar a través de inyecciones diarias. El tratamiento suele durar varios años, aunque las aplicaciones pueden ir variando conforme pase el tiempo si el médico lo considera necesario.

Un tratamiento que comienza a edad temprana tiene más probabilidades de éxito que uno que empieza de forma tardía. El niño puede llegar a alcanzar una altura habitual para su edad si el proceso empieza en sus primeros años de vida.