Una anaconda amarilla causó temor en una playa del Paraná

El animal fue capturado por los guardavidas del lugar, que lo devolvieron a su hábitat natural con sumo cuidado, ya que se trataba de una especie en extinción e inofensiva para los humanos.

Un ejemplar de víbora curiyú, conocido popularmente como anaconda amarilla, apareció en el balneario municipal de Piedras Blancas, en la provincia de Entre Ríos, y generó temor entre las personas que estaban disfrutando en el lugar. Sin embargo, luego los especialistas confirmaron que se trataba de una especie inofensiva.

De acuerdo con lo que relataron los medios locales, era un día común y corriente en esta zona del río Paraná, hasta que una serpiente de gran tamaño llegó nadando a toda velocidad y comenzó a recorrer la costa ante la vista de las familias que se encontraban veraneando.

Algunas de las personas que estaban allí grabaron el momento con sus celulares y los videos circularon por las redes sociales: en ellos se puede observar cómo la anaconda bordea la orilla de la playa y pasa cerca de algunas reposeras y sombrillas.

“Es una especie inofensiva”, señaló el biólogo Alfredo Berduc, en declaraciones a Diario Uno Entre Ríos. “Su nombre científico es Eunectes Notaeus, se la llama también anaconda amarilla, es una boa constrictora que en ese tamaño no representa peligro alguno. Si se la hostiga puede morder pero no tiene veneno y no es peligrosa para los seres humanos”, amplió.

Por otra parte recalcó que se trata de una especie en peligro de extinción y es rara su presencia en la zona. “Llega desde el norte donde las temperaturas le dan chances de reproducirse. Puede haber llegado en un camalote, ahora que el río está creciendo un poco”, apuntó.