Un nuevo gobierno podría asumir este domingo en Israel

Después de cuatro años en los que ni el primer ministro ni sus opositores pudieron formar una alianza estable, una heterogénea coalición de Gobierno será votada en el parlamento israelí.

Después de cuatro elecciones en las que ni el primer ministro Benjamin Netanyahu ni sus opositores pudieron formar una alianza estable, una nueva, heterogénea y más amplia coalición de Gobierno será votada este domingo en el parlamento israelí para finalmente destronar al premier y asumir con una agenda muy variada y llena de interrogantes.

Nadie duda dentro y fuera de Israel que el rechazo a Netanyahu es el elemento que une a toda la coalición que lideran el ultranacionalista y religioso millonario Naftali Bennet y el experiodista secular y moderado Yair Lapid, y que además incluye figuras con un discurso xenófobo hacia los palestinos como Avigdor Lieberman, fuerzas de centro-izquierda como el Laborismo y de izquierda como Meretz, y hasta un partido islamista palestino, Lista Árabe Unida (Raam).

Pero ahora que el acuerdo para asumir se concretó y este domingo será ratificado con una votación en el parlamento -salvo alguna sorpresa de último momento-, la gran pregunta es cuál será el programa de Gobierno que logre conciliar tantas posiciones diferentes, por momentos hasta contradictorias.

Según el diario Haaretz, la nueva, amplia y variopinta coalición de Gobierno solo asume con un puñado de acuerdos básicos, ninguno a primera vista estructural o importante para los temas más urgentes y más sensibles en el país.

Por ejemplo, crear una comisión para investigar la estampida durante una ceremonia judía ortodoxa que terminó con 45 muertos, eliminar cuatro ministerios -Digital, Agua, Desarrollo Comunitario y Asuntos Estratégicos-, aumentar la ayuda para los adultos mayores a un 70% del salario mínimo, cambiar las reglas para la elección del máximo rabinato del país y las conversiones religiosas y, por último y quizás el más vinculado al rechazo a Netanyahu, limitar los mandatos del premier ministro a dos, es decir, ocho años.

Esto deja afuera el rumbo económico general, la política hacia la minoría palestina dentro de Israel y con los palestinos en los que territorios que el país ocupa militarmente desde 1967, según la ONU y gran parte de la comunidad internacional -Jerusalén este, Cisjordania y la Franja de Gaza-, además de la política exterior y la tensión entre sectores religiosos y seculares, entre otros puntos centrales.

El acuerdo para sellar la coalición estableció también que tanto Bennet como Lapid, las dos figuras que se alternarán en el cargo de primer ministro, en ese orden y dos años cada uno, tendrán poder de veto sobre las decisiones tomadas por el gabinete y sobre los cambios que pudieran surgir en la composición de inminente alianza oficialista.

Después, el acuerdo se concentra en la división de las carteras y cargos, algunos de las cuales, como el Fiscal General, también tendrán un sistema de rotación después de la primera mitad del mandato.