El hijo ubicó a su mamá en una mesa cerca de la barra, pagó y se fue.  

La consternación y la tristeza se hicieron presentes en un de bar de Rosario. Todo sucedió cuando los dueños del lugar se dieron cuenta que una mujer de 68 años, en en silla de ruedas, fue abandonada por su hijo. La mujer pasó horas en una mesa de “Calabaza Bar” hasta que recibió ayuda de empleados.

 Fue el diario local, La Capital, el que informó el hecho que sucedió el viernes por la mañana. El hijo ubicó a su mamá en una mesa cerca de la barra, pagó y se fue.

Enrique, dueño del bar, se dio cuenta que la señora seguía allí a pesar de las horas por lo que consiguió el teléfono del hijo y lo llamó para pedirle que retire a la mujer. La respuesta fue indignante: “Ya hice mucho por ella” y hasta le sugirió que la sacara a la vereda y la dejara allí.

Ante este respuesta, se comunicó con la policía. Además se acercaron personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES), agentes del Municipio, de Desarrollo Social y del PAMI. Juntos resolvieron que la mujer sea trasladada a un geriátrico.