Ahora 30: qué hay que tener en cuenta

Los bancos no vienen actualizando el monto para financiar al mismo ritmo que avanza la inflación. Cuánto hay que tener disponible dentro del crédito para poder gastar y no correr riesgos de endeudarse en exceso.

El lanzamiento del plan Ahora 30 para la compra de televisores, celulares, acondicionadores de aire, heladeras y lavarropas puede ser una buena oportunidad para muchos consumidores de conseguir financiamiento barato a la hora de renovar electrodomésticos. Pero a la vez los obliga a poner el ojo en un dato: cuál es el límite de compra que ofrece su tarjeta de crédito.

Si bien las tasas del plan están reguladas por el Gobierno, cada banco puede fijar el límite que sus clientes tiene para comprar con su tarjeta de crédito según su decisión comercial. De esa forma, pone mayores o menores límites de compra y de financiación en base a los ingresos de su cliente, su nivel de endeudamiento e, incluso, su historial de consumos con la tarjeta.

¿Qué debe saber el consumidor? Lo primero es tener en claro cuál es el límite de su tarjeta para compras (en un pago) y para financiación (en cuotas). En este último caso, el límite estará reducido por todas aquellas compras en cuotas pendientes de cancelación. El monto debe aparecer informado con claridad en el resumen de la tarjeta y se puede pedir su ampliación al banco a través de cualquier canal de atención. El banco puede modificarlo o no según su decisión.

¿Cuál es el margen de crédito disponible que hay que tener en la tarjeta para comprar con Ahora 30? Hace falta tener la totalidad del precio financiado del producto o, en términos más sencillos, el valor de la cuota multiplicado por 30. Siguiendo un ejemplo publicado hoy en la web de Fravega: un smart TV de 55″ Admiral tiene un precio de lista de $99.999 y con el plan del Gobierno se puede pagar en 30 cuotas fijas de $6.661,62 cada una. El precio final es de $199.848,60. El comprador deberá tener ese monto disponible en el cupo de su tarjeta para poder comprar con Ahora 30. Y a medida que pague las cuotas, ese crédito “ocupado” por la compra del televisor se irá reduciendo mes a mes y volverá a estar disponible.