Alquileres:  aumentos del 40% en los contratos

Será por una actualización que debuta en julio por debajo de la inflación, pero por encima de lo que subieron los salarios.

Este año no “salió” como estaba planeado. Todavía lejos de la reactivación económica prometida, los argentinos se enfrentaron a aumentos que, en otro contexto, hubiesen pasado desapercibidos, todo mientras cae el ingreso por las restricciones a la circulación. Un ejemplo claro es el de los alquileres: una norma que hace un tiempo fue celebrada por grupos inquilinos, hoy pone a varios en un panorama de una suba muy difícil de afrontar.

El tema de la Ley de Alquileres tiene varias aristas. Odiada por propietarios y celebrada por inquilinos, en la práctica se verifican sus grises. Dentro de tres semanas se pondrá a prueba uno de los principales cambios que introdujo en el mercado: un aumento regulado por un índice que elabora el Banco Central que sigue, en partes iguales, a la inflación y la evolución del salario.

En ese contexto, algunos inquilinos sienten que se quedaron con “la opción menos peor”. Los que firmaron contratos nuevos, regidos bajo la Ley de Alquileres, en julio de 2020 –es decir, la “primera camada”- tendrán una actualización de sus contratos en torno al 40%. Este porcentaje es una aproximación a lo que indicará el ICL (el Índice de Contratos de Locación) a inicios del mes que viene.

“El ICL es anual, esto es un problema enorme. De un mes para el otro, los alquileres van a empezar a tener saltos de 40%/45%, lo que significa que un alquiler de $20.000 pasa a $28.000 o $29.000 y uno de $30.000 pasa a $42.000 o $43.500”, detalla Federico González Rouco, economista del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).

Esto, dice, le complica el esquema de gastos mensuales a cualquier hogar. “Partiendo de un ingreso medio de $75.000, estamos hablando de que de un día para el otro se va entre 10% y 18% del ingreso. Inadmisible. No se entiende por qué fue anual el aumento”, critica el economista.

Los alquileres que subirán son solamente los que se firmaron bajo la nueva Ley de Alquileres (es decir, los nuevos contratos, no los que se prorrogaron desde que entró en vigencia la norma) y los que se firmaron exactamente en julio. Como ya pasó un año desde aquellas firmas pioneras, ahora toca el aumento. Gervasio Muñoz, presidente de Inquilinos Agrupados, hace hincapié en que no es un aumento generalizado y que aplica “solo a un sector muy pequeño”.

“Son muy pocos los que firmaron contrato de alquiler nuevo en julio, cuando además te obligaban a firmar con fecha anterior para evadir la ley”, denuncia Muñoz. El número exacto de cuántos contratos son los que aumentarán el mes que viene no se conoce: consultado a la AFIP y al Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, pero no obtuvo una respuesta concreta. No todos los alquileres están registrados, y entre los que sí lo están, no está discriminada la información temporal.

Para el presidente de Inquilinos Agrupados, hay un aspecto de este aumento que considera clave: que será por debajo de la inflación. Sin embargo, no es seguro que sea por debajo también del aumento salarial (lo que permitiría recuperar poder adquisitivo), porque el salario en la Argentina pierde contra los precios hace ya más de tres años y la historia no da indicios de torcerse en el futuro inmediato.

“La actualización será por debajo de la inflación para los próximos tres años y ese es el gran motivo por el cual el mercado quiere derogar la ley”, dice Muñoz, y añade: “En enero de 2020, estábamos firmando contratos con aumentos semestrales del 20%, un 42% anual [la inflación terminó siendo del 36%]”.

Enrique Abatti, presidente de la Cámara de Propietarios, reconoce que los locadores quieren la modificación o la derogación de la Ley de Alquileres porque considera que socava la rentabilidad de tener una propiedad y alquilarla. El ejecutivo asegura que por estos meses la inflación anual se encuentra en torno al 46% y que el ICL estará cerca del 40%, por lo que será una situación “a todas luces contraria a los intereses de los locadores”.

Para Abatti, se suma el problema de que ese alquiler ya estaba de por sí caro. “La mayoría de los contratos bajo la nueva legislación ya partieron de una base inicial muy superior: si en junio de 2020 se pedían $20.000 por un dos ambientes, un mes después ya se pedían $25.000″, añade. Muñoz considera que, una vez que se “naturalice” la ley, los precios van a tender más al equilibrio con la variación del salario, y no a los aumentos desproporcionados que se verificaron en la Ciudad: un 71Uno por uno los cambios en el Monotributo: la nueva tabla de categorías, las deudas y los beneficios para las escalas más altas% interanual en mayo, según el portal ZonaJobs.

 

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