Autos: crece el riesgo de freno en la producción 

En el sector afirman que las consultas de compra bajaron sensiblemente. Aún así, en octubre se despachó más de lo que entró en los salones y cayeron los stocks. Qué está pasando con los precios

Por tratarse de un sector altamente dependiente del dólar, tanto por la incidencia de las partes importadas en el proceso de fabricación, como de la participación en el mercado de las unidades procedentes del resto del mundo, comprar un auto en la Argentina se ha vuelto cada vez más difícil.

“Hasta hace algunos meses, el problema eran los vehículos importados, pero hoy las dificultades se extendieron también a los modelos nacionales, dependientes de piezas del exterior que no lograr ingresar al país por la restricción de divisas. Y mucho más complicado está el abastecimiento desde mediados de octubre, cuando comenzó a regir el nuevo sistema de importaciones (SIRA), alertan en la industria terminal”, contaron a Infobae calificadas fuentes del sector.

“La oferta empeoró. En líneas generales, todo está peor. En octubre, las terminales facturaron muchos menos autos que los patentados; el escenario fue peor que septiembre, y ya ese mes había sido más complicado que agosto. Ya ni sabemos cuántos autos nos venderá la terminal; lo vamos sabiendo durante el transcurso del mes”, manifestó un concesionario de Stellantis que comercializa las cuatro marcas (Fiat, Jeep, Peugeot y Citröen).

Lo que sucedió en octubre es que comenzó a funcionar el Sistema de Importaciones de la Argentina (SIRA) y hasta que se puso en vigencia no hubo aprobaciones, por lo que tampoco entraban vehículos que estaban en el puerto a la espera del permiso. Lo mismo sucedió con las piezas, que complicó la finalización de vehículos locales. De todas maneras, las características del nuevo esquema generan, de por sí, una fuerte merma en los ingresos de mercadería del exterior, lo que hace suponer que la oferta de unidades será sumamente complicada en los próximos meses, con el riesgo de que pueda paralizarse la producción ante la mínima complicación con un autopartista.

“Todas las operaciones de importación salen con fecha de pago a 180 días. A las micropyme les dan 60, pero casi no hay firmas tan chicas en nuestro sector. La situación es muy crítica, y se agrava aún más porque este plazo se considera desde la fecha de llegada la mercadería al país, es decir que hay que sumarle los días de tránsito, que en el caso de Asia oscila entre 60 y 80 días; Europa, entre 30 y 40; y Brasil, 7 días”, precisaron desde la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa).

Todas las operaciones de importación salen con fecha de pago a 180 días. A las micropyme les dan 60, pero casi no hay firmas tan chicas en nuestro sector. La situación es muy crítica (Adefa)

Como tantas otras, la industria automotriz trasladó la preocupación al Gobierno, debido a que ya hubo varias terminales que tuvieron que paralizar la producción un día o un turno por falta de piezas, pero aseguran que la respuesta que reciben es siempre la misma: “se están adecuando los sistemas para ir flexibilizando de acuerdo a los trabajos que ya se venían realizando previamente de acuerdo a cada problemática”.

Según las fuentes, desde Economía les dicen que “el sistema lleva operativo apenas 10 días y que ya va a mejorar”. Les piden paciencia. Mientras tanto, los problemas se acrecientan y los riesgos de una parálisis más compleja de la actividad fabril son cada vez mayores.