Autoridades estadounidenses y coreanas dicen que desintegraron uno de los mercados más grandes del mundo para la pornografía infantil, un crimen que prolifera a un ritmo vertiginoso con el aumento de la criptomoneda y el contenido encriptado en línea.

El golpe fue revelado el miércoles cuando Estados Unidos abrió una acusación contra Jong Woo Son, de 23 años, que según los fiscales operaba un mercado darknet que aceptaba bitcoin y distribuyó más de 1 millón de videos sexualmente explícitos que involucran a niños. Son, ciudadano surcoreano, cumple actualmente una pena de 18 meses de prisión después de haber sido condenado allí. Desde que los agentes cerraron el sitio en marzo de 2018, las autoridades han arrestado a 337 usuarios del sitio en 11 países, entre ellos el Reino Unido, Alemania, Brasil, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, y en más de dos docenas de estados de EE.UU. El sitio, que animaba a los usuarios a subir videos, incluía cientos de miles de imágenes ilícitas que las autoridades no habían visto anteriormente.

Las autoridades dicen que rescataron al menos a 23 víctimas menores en EE.UU., el Reino Unido y España, que estaban bajo constante abuso de los usuarios del sitio. “Lo que vamos a discutir hoy, la explotación sexual de los niños, es una de las peores formas de maldad humana imaginables”, dijo Jessie Liu, fiscal federal del distrito de Columbia, el miércoles cuando anunció los cargos.

Las imágenes de explotación sexual se han multiplicado desde 2014, cuando el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados recibió informes de 1,1 millones de incidentes de pornografía infantil. Para el año pasado, esta cifra había aumentado a 18,4 millones.