La CGT pidió poner en marcha la beatificación de Eva Perón

La conducción de la central obrera hizo llegar este miércoles al cardenal una carta en la que renovó su pedido, que ya había sido adelantado en mayo pasado al papa Francisco.

“A cien años de su nacimiento, superadas dilaciones y divisiones inconducentes para el bien común, cuando su figura y obra han alcanzado el justo valor trascendente que poseen para nuestro pueblo y para todos los pueblos del mundo con sed de justicia, solicitamos que nuestra Iglesia acompañe el sentir popular y la coloque en los altares oficiales para felicidad de nuestros fieles y santos”, argumenta la carta de la CGT.

En la misiva, los gremialistas consideran que “el renacimiento de la Argentina está cifrado en la recuperación de las fuentes espirituales de la nacionalidad” y que “circunstancias únicas nos vuelven a dar esa oportunidad”.

“El pontificado de Francisco puede alumbrar un camino, si estamos dispuestos a andar las huellas que dejaron nuestros mejores hombres y mujeres”, finaliza la carta.

La misma llevó las firmas del secretario de prensa de la CGTJorge Sola; del secretario de Derechos Huimanos de la central, Julio Piumato y de los dos secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña.

Para que el pedido de la CGT se concrete, las reglas del Vaticano en primer lugar establecen que un sacerdote debe postular a un candidato para su beatificación y el primer paso consiste en aceptar los motivos del postulador, que debería ser un cura de donde era el candidato, en este caso Buenos Aires, por lo cual la solicitud recayó en Poli.

Luego, se deben reunir testimonios de quienes hayan conocido al postulante, y antes de considerarse la beatificación y canonización, el caso debe ser aceptado en la Santa Sede donde se declara a la persona “sierva de Dios”.

Para culminar el proceso, se le debe atribuir al postulante la realización de dos milagros, aunque si la persona fue reconocida como mártir el papa Francisco podría obviar el milagro, ya que no es necesario para su beatificación.

En 2017, Francisco introdujo un nuevo motivo para iniciar el proceso de beatificación y su posterior canonización e incluyó a aquellos que “con la intención de seguir al Señor, impulsados por la caridad, han ofrecido heroicamente su propia vida por el prójimo, aceptando libre y voluntariamente una muerte cierta y prematura”.

Eva Duarte nació en 1919 en Los Toldos, localidad rural a 300 kilómetros de Buenos Aires. Juan Duarte, su padre, tenía otra familia, la “formal”, y murió en 1926 sin haber reconocido a los hijos que tuvo junto a Juana Ibarguren, quien con no pocas dificultades tuvo que sacar adelante a Eva y sus hermanos.

Evita recaló de adolescente en la capital, triunfó como actriz y en 1944 conoció a Perón, entonces secretario de Trabajo y Previsión, en un acto solidario por un terremoto ocurrido en la provincia de San Juan.

Se enamoraron, y tras un breve arresto del general y su posterior liberación aclamado por el pueblo -que le agradecía las mejoras sociales impulsadas desde su cargo-, se casaron y él ganó las elecciones presidenciales. En 1946 comenzaba la leyenda de Evita, la que ha inspirado infinidad de libros, musicales y películas.