La ONU teme el colapso del “orden público” en Gaza

El ejército israelí intensificó sus bombardeos y su ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, donde la ONU advirtió que la situación es “cada vez más desesperada” y se está desmoronando el “orden público” ante la limitada ayuda humanitaria que llega al enclave.

“La situación en Gaza se vuelve cada vez más desesperada, hora tras hora. Lamento que en lugar de una pausa humanitaria cruelmente necesaria (…)Israel haya intensificado sus operaciones militares”, declaró este domingo el secretario general de la ONU, António Gutérres.

El sábado, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció el comienzo una “segunda etapa” de la guerra contra el movimiento islamista Hamás en el enclave palestino, que será “larga y difícil”.

El ejército israelí, cuyos soldados y tanques operan sobre el terreno desde el viernes por la noche, anunció el domingo que incrementó sus tropas y las operaciones terrestres en la Franja de Gaza, y sigue intensificando sus bombardeos en el enclave de 362 km2, en respuesta al ataque sin precedentes perpetrado por Hamás el 7 de octubre en Israel.

Unas 1.400 personas, la mayoría civiles, murieron en Israel en el ataque, y otras 230 fueron secuestradas por el grupo palestino, según las autoridades israelíes.

Por otro lado, el Ministerio de Salud de Hamás, que controla Gaza desde 2007, afirmó el domingo que más de 8.000 personas murieron en la Franja por la guerra, “la mitad de ellos niños”.

Israel impone desde el 9 de octubre un “asedio total” al territorio palestino donde viven hacinadas 2,4 millones de personas, interrumpiendo los suministros de agua, comida y electricidad.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) advirtió el domingo que “el orden público empieza a desmoronarse”, después de que miles de personas saquearan varios de sus centros.

Diez camiones con ayuda humanitaria entraron el domingo desde Egipto, elevando a 94 el número de vehículos de este tipo llegados desde el 21 de octubre, según la Media Luna Roja palestina.

Netanyahu declaró el sábado que el ejército israelí “destruirá al enemigo en tierra y bajo tierra”, refiriéndose a los túneles desde los que Hamás dirige su operación, según Israel.

El objetivo de esta “segunda etapa de la guerra” es “claro: destruir las capacidades militares y la dirección de Hamás y traer a los rehenes a casa”, afirmó.

El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, declaró que “el gobierno israelí debería tomar todas las medidas posibles a su disposición para distinguir entre Hamás -los terroristas que son objetivos militares legítimos- y los civiles que no lo son”.

La intensificación de los bombardeos sobre Gaza coincidió con un corte de las comunicaciones y de Internet, complicando aún más las tareas humanitarias. Pero la red se estaba restableciendo el domingo, según la organización de supervisión de redes Netblocks.

El territorio palestino también se enfrenta a la escasez de medicamentos y algunas operaciones quirúrgicas se realizan sin dormir a los pacientes, alertó el sábado Médicos Sin Fronteras (MSF).

Según el Ministerio de Salud de Hamás, 12 hospitales ya no están operativos en la Franja.

El presidente iraní Ebrahim Raisi, cuyo país respalda a Hamás, declaró el domingo que Israel cruzó “las líneas rojas” al intensificar su ofensiva.

Una de las zonas sensibles es la frontera entre Israel y Líbano. El domingo se produjeron de nuevo intercambios de disparos entre el ejército israelí y el grupo Hezbolá.